Opinión

Recuperación con desequilibrios

    Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco España

    elEconomista.es

    El avance de la vacunación y el final del estado de alarma ofrecen unas perspectivas más favorables para la economía española, que lleva a todos los organismos internacionales a mejorar sus previsiones sobre nuestro país.

    El Banco de España no podía ser ajeno a esta realidad y también revisa al alza sus pronósticos, hasta el punto de adelantar la recuperación del nivel pre-Covid en el PIB a finales de 2022, cuando hasta ahora lo retrasaba ese logro a 2023. Con todo, conviene moderar el optimismo entre quienes crean que el regulador se atreve a poner ya una fecha para el final de la crisis. El Banco de España alerta de que la "incertidumbre" acerca del "rebote" que la economía mostrará a partir de este trimestre es "elevada". De hecho, en su revisión de previsiones, se muestra muy cauto ya que sitúa el avance esperado para este año en el 6,2%, sólo dos décimas por encima de lo augurado en marzo; en cuanto a 2022 la mejoría también es moderada (cinco décimas hasta el 5,8%). Estos cálculos, además, no prevén el impacto completo de las ayudas europeas porque el Banco de España reafirma sus dudas sobre la capacidad de las Administraciones de ejecutar con rapidez estos fondos, por la dificultad que su reparto y gestión plantearán al sector público. Y, sobre todo, debe tenerse en cuenta que el regulador no mejora todas sus previsiones sino que vuelve a empeorar las relativas al déficit público y la deuda. Esta última seguirá al alza en los tres próximos años, hasta llegar al 123,4% en 2023.

    El Banco de España aplica ligeras mejoras a sus pronósticos sobre el PIB, pero empeora los relativos al déficit y la deuda

    En el déficit, por el contrario, sí habrá descensos pero en ese años aún presentará "cotas muy elevadas", superiores al 4%. Por tanto, graves desequilibrios acompañan a la economía española en su recuperación, para los que no existe aún viso alguno de solución.