Cambio laboral que exige mayor debate

Trabajo se ve obligado a desmentir al vicepresidente Iglesias después de que éste afirmara que ese Ministerio baraja la implantación de la semana laboral de cuatro días. Todo apunta a que, una vez más, el líder de Podemos se precipita sin prestar atención al alcance de las medidas por las que aboga.

Una modificación de tanto calado no puede abordarse sin someterla a estudio con los agentes sociales (que en ningún momento han sido consultados). Y, antes de todo, debe calibrarse el efecto en aspectos tan importantes como las horas trabajadas. Si la reducción de la semana de trabajo a cuatro días supondrá también rebajar la actual jornada laboral de 40 horas, es obvio que resulta inasumible para miles de empresas, cuya actividad se encuentra ya bajo mínimos.