Nuevo escenario para los alquileres
elEconomista.es
El precio de los alquileres residenciales presentó en julio importantes descensos, en el entorno del 10%, en Barcelona y Madrid. La evolución de los arrendamientos en ambas urbes resulta de gran importancia para este mercado en su conjunto.
Estas ciudades no sólo representan dos de las áreas en las que los precios se encontraban bajo mayor presión. Además, actúan, sobre todo en el caso de Barcelona, como la vanguardia del comportamiento que luego se verá en el conjunto de España.
Queda así demostrado que el fenómeno de la rápida subida de los alquileres no es, como desde la izquierda se defendía, una circunstancia excepcional, debida a la especulación, que requiere medidas extremas, como la intervención de los precios. Lo que ocurría es que, en zonas localizadas (grandes urbes y áreas costeras) el fuerte crecimiento de la población impulsaba la demanda de alquileres a un ritmo que la oferta era incapaz de igualar. Ahora, la pandemia ha fomentado un cambio de escenario de carácter radical.
La demanda ha experimentado un ligero descenso, tras las limitaciones a las que se ha sometido la movilidad de los ciudadanos. Pero el verdadero punto de inflexión se encuentra en el lado de la oferta. Una gran cantidad de los pisos que se destinaban a los arrendamientos turísticos ha pasado al mercado convencional.
Hay visos de que no se trata de un fenómeno pasajero. Pese a la reapertura de fronteras desde el mes pasado, el auge de los rebrotes impide prever un avance de la llegada de turistas foráneos en los próximos trimestres. Es posible que el miedo a los impagos de los alquileres pueda actuar como freno en algunos casos, pero en general el descenso de los alquileres cuenta con indicios de continuar.