Hacia otra temporada perdida del turismo
elEconomista.es
Tras la imposibilidad de explotar las campañas de Semana Santa y primavera, el sector turístico español cifró todas sus esperanzas en este verano. No en vano existían posibilidades de que los viajeros nacionales ayudaran a paliar la necesariamente menor llegada de extranjeros.
Sin embargo, la escasez de mecanismo de detección precoces, en especial los rastreadores de contagios, han multiplicado los rebrotes y ponen contra las cuerdas también la temporada estival. No sólo influyen las nuevas limitaciones a la movilidad; el hecho de que casi todos los focos se relacionen con locales y actividades de ocio retraerá aún más a los turistas. Todo apunta a que lo peor de la crisis de este sector, básico para la economía española, está aún por verse.