El buen ejemplo que PSA ofrece

La decisión de PSA de producir en España la siguiente generación del Citroën C4 tiene hondas implicaciones.  En primer lugar, por el hecho de que el nuevo C4 será un eléctrico puro fabricado a escala mundial en nuestro país. Ayudará así a paliar el retraso que el sector automovilístico español acumula en el desarrollo de enchufables con respecto a otras potencias europeas de esta industria.

Pero, debe valorarse especialmente que es PSA la marca que da este paso en suelo español. Se trata de una enseña francesa en la que el Estado galo cuenta todavía con una participación minoritaria. Su decisión resulta meritoria considerando los planes del Gobierno francés de repatriar las inversiones en otros Estados, aunque sean sus socios, como respuesta a la actual crisis.