Opinión
Cambio de horario, ¿tendremos también cambio de Gobierno?
Enrique de Areba
Como cada año, al llegar a finales del mes de marzo, en España como en muchos países en el mundo, realizamos el cambio horario unido al cambio del solsticio. Coincidiendo con nuestra situación actual, motivada por la pandemia del coronavirus, es momento también de analizar la posibilidad de proponer a los representantes del Congreso de la nación, a que se realice una moción de censura al Gobierno de Pedro Sánchez, con el objetivo único de tener un Gobierno competente para superar el ataque masivo e indiscriminado de este enemigo invisible.
Según la vicepresidenta Carmen Calvo, la infección en España comenzó el día 9 de marzo, justo un día después de las conocidas manifestaciones promovidas por el equipo de Iglesias/Montero y admitidas y autorizadas por Pedro Sánchez. Lo que a todas luces hace pensar que el equipo de gobierno conocía perfectamente la situación, antes del fatídico domingo. Recuerde el lector que ya contábamos con contagiados y fallecidos en España. Era domino público, lo que estaba pasando en China, Corea y Japón, y en Italia desde el mes de febrero.
La victoria no se producirá con un Ejecutivo secuestrado por Pablo Iglesias
Para poder entender mejor la irresponsabilidad incurrida, hay que recordar que la cancelación del evento internacional, el Mobile World Congress (MWC) previsto para los días del 24 al 27 de febrero, ante la evolución de contagiados y muertos en la ciudad china de Wuhan.
En nuestro país, en solo tres semanas superamos los 100.000 infectados, y lo peor, más de 10.000 muertos, al comienzo de abril.
Sabemos que la OMS, alertó a nuestro ejecutivo, el 3 y el 11 de febrero, solicitándole que incrementase el stock de material sanitario, viendo el desarrollo de la infección en China. Incluso dos días más tarde por iniciativa de la UE, se volvió a informar de la necesidad urgente de aprovisionarse de equipos sanitarios, algo que el ejecutivo de Sánchez e Iglesias, ignoró.
Hablar de la incompetencia y de la inexperiencia de este gobierno no ayuda a vencer esta guerra contra el virus. Ahora solo debe de haber un único objetivo, parar el contagio. Lo que no significa parar la economía, tal y como solicitaba el presidente de la patronal Antonio Garamendi tras conocer el Real Decreto. " Hay que parar el contagio del virus, no la economía".
La posibilidad de salir victoriosos de esta situación, no se producirá con un Gobierno secuestrado por el bolivariano Iglesias, ni por unos sindicatos preocupados solo por las ayudas sociales demonizando a los empresarios como si fueran el enemigo.
Es bueno recordar que la patronal española está compuesta en más de un 90% de los casos por casi dos millones de empresas, con menos de 5 trabajadores, que como ya adelantaban, con estas medidas estarán obligadas a desaparecer. Si a este drama, le unimos el abandono a su suerte de más de tres millones de autónomos, habremos creado la mayor erosión económica de nuestra historia y por supuesto no tendrá un efecto macro, en la recuperación de nuestra economía en forma de "V". Sino que, tras la lamentable gestión de Sánchez e Iglesias, nos recuperaremos en forma de "U", formada por dos "L" mayúsculas tumbadas y enfrentadas simétricamente, con un largo periodo de recuperación económica que nos llevara un lustro.
Durante este periodo, tendremos que aportar todos los recursos materiales y humanos y lo mejor de nuestras capacidades intelectuales, de trabajo, cooperación, y principalmente de responsabilidad, para que la base de esta "U", sea lo más corta posible. Los análisis ya adelantan que hasta 2025 no recuperaremos el PIB de 2019.
El impacto económico hoy lo hemos conocido. Casi un millón de contratos temporales cancelados y más de 300.000 trabajadores han pasado a engrosar las listas del paro. Por no hablar de las 452.000 empresas que se han acogido a los Erte, que representan a casi tres millones de trabajadores. Esta situación se multiplicará, si el Gobierno insiste en obligarnos a parar, con la consiguiente destrucción del tejido industrial que supone, por no hablar del abandonado al que los autónomos se han visto sometidos.
El actual escenario de la curva adelanta que durante abril y mayo estaremos en estado de alarma, y por su patética negligencia previsiblemente en junio, lo que significa un 12% de caída del PIB, ya cada mes de confinamiento supone un -3% del crecimiento de la economía. Siendo en España mayor por la dependencia de los sectores comentados de turismo, construcción y automóvil, esto supondría una contracción de más del 10% del PIB en 2020.
La única arma que tenemos para vencer al coronavirus, es nuestro aislamiento y confinamiento en nuestras casas, sin parar el tejido productivo. No hay otra arma.
Son tiempos en los que hay que dejar actuar al conjunto de los españoles, representados por todas las fuerzas políticas. Nos jugamos mucho. Presente su dimisión, por favor.