Opinión
El tejido productivo, de nuevo amenazado
elEconomista.es
El Gobierno admite que ya baraja restricciones más duras de la actividad productiva ante la crisis del coronavirus. Moncloa presta así oídos al afán que Podemos tiene, desde el inicio de la crisis, de conseguir un parón casi total de la industria.
Una medida tan extrema plantea graves problemas desde su planteamiento mismo. No es tan fácil distinguir qué factorías son estratégicas de aquéllas que se pueden cerrar. La fabricación misma de medicamentos o alimentos elaborados se nutre de una amplia industria auxiliar. Pero, sobre todo, debe considerarse el daño que implica detener las cadenas de producción y los stocks. No sólo se abona el terreno para una recesión más honda; además, se minará el tejido productivo creado tras la última crisis.