Opinión

La aviación en el umbral del cambio de era

    Boeing y Airbus siguen peleando con la OMC por subsidios gubernamentales

    Rosario Avilés

    Más allá de los análisis sociológicos, para quienes observamos la realidad económica -que se refleja en la política- queda claro que estamos en el umbral de un cambio significativo a nivel global.

    Esto también está ocurriendo en la aviación. Los actores que nacieron, crecieron y ocuparon los papeles protagónicos, tanto en armadoras de aviones como aerolíneas y regiones específicas, están viviendo los últimos momentos cumbre de sus liderazgos y ya se adivinan a los actores que vienen a disputarles los protagónicos. Sin embargo, tal parece que no hay conciencia de la ola que viene.

    Veamos: las grandes armadoras de aviones Boeing y Airbus, que tienen sus respectivas áreas aeroespaciales, continúan peleando en paneles de la Organización Mundial de Comercio por acusaciones de dumping, subsidios gubernamentales que les permiten ofrecer sus aviones a precios más bajos, y/o que mantener sus plantas de armado funcionando y empleos no muy productivos en momentos de crisis económica.

    El lunes 2, la OMC volvió a fallar en contra de la Unión Europea en el litigio que sigue EEUU y la Boeing en contra de los países europeos y Airbus. Debido a los indicios de subsidios o ayudas extraordinarias que los gobiernos le habrían prestado a la armadora europea en las diversas plantas que posee en España, Francia, UK y Alemania. 

    Este veredicto sirvió para exacerbar los ánimos del presidente estadounidense, Donald Trump, quien no necesita mucho para decretar aranceles a quien se le pasa por la cabeza y que en este caso recibió las conclusiones del panel de la OMC como una confirmación de que sus sospechas son correctas y, aunque no venga al caso, renueve sus críticas por la imposición de tasas "digitales" a Google y Facebook por parte de la UE. 

    Los paneles que sostiene la OMC en el rubro aeronáutico tienen ya muchos años y durante este lapso se ha investigado cómo funcionan los apoyos en uno y otro lado. A pesar de que se sabe que así ha sido desde que ambos fabricantes nacieron (cosa que, por lo demás, parece formar parte de la vida cotidiana de cada empresa fabricante de aviones y ahí están también los casos de Embraer de Brasil y de Bombardier de Canadá, por sólo citar los más conocidos). 

    La industria aeronáutica no podría sobrevivir sin apoyos gubernamentales

    Pero, en el marco de la "competencia leal" que la OMC busca instaurar, lo cierto es que este tipo de ayudas huelen a dumping, lo cual es ilegal para este tipo de comercio, aunque en muchas otras áreas de la aviación mundial se mantengan y países como Rusia, China y otros fabricantes de menor tamaño, nunca se sujetan a semejantes investigaciones. 

    La razón es muy simple: todos subsidian. De una u otra forma, las grandes economías del mundo, sobre todo aquellas que tienen un sector de transporte aéreo y una industria aeronáutica interesante, no podrían sobrevivir sin apoyos gubernamentales, y esto se debe a que hay ciclos buenos y malos, porque lanzar un avión nuevo o integrar una tecnología es muy costoso y si fracasa, las pérdidas son de miedo para todos. Basta ver los casos del B-737 MAX y del A-380, dos ejemplos que han sido devastadores para Boeing y Airbus, respectivamente.

    Además, esta industria es terriblemente sensible a los vaivenes económicos. Es de fuertes inversiones en infraestructura pero vende "perecederos" (en el sentido de que el asiento que no se vendió hoy ya no se vendió nunca), además de que los costos financieros regularmente son más altos que las tasas de retorno de las aerolíneas y en esas condiciones, comprar aviones resulta sumamente difícil.

    Pues bien, ahora, con el permiso de la OMC, las aerolíneas de EEUU tendrán que comprar los aviones un 10 por ciento por encima de los precios de lista. Esto como resultado de que la OMC le autorizó a EEUU imponer aranceles a productos de los países miembros de la Unión Europea por 7.500 millones de dólares, como compensación. Como dirían aquí en mi tierra: "risueño el niño y le hacen cosquillas". Trump está encantado.

    El problema es de más largo alcance. Es el momento en que los países del llamado Occidente se pongan a considerar las cosas en serio. Mientras la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) mantiene su régimen bilateral y cada país decide hasta dónde se reserva las normativas, lo cual permite a muchos países cerrar o abrir sus cielos, la OMC se pone "técnica" y a la larga, terminará sacando del mercado a los fabricantes de este lado del mundo, mientras los chinos y rusos subsidian a sus modelos en lo que pueden inundar el mercado y las aerolíneas árabes y del sudeste asiático no dejan de subsidiar su expansión. ¿No estaremos siendo más "papistas que el Papa"?