Opinión

Se habla del sondeo de paro, de las divisiones entre CDR y de Puigdemont

    Personas esperando en la Oficina de Empleo

    elEconomista.es

    El sondeo diario del paro que Moncloa recibe

    El paro registró su peor octubre desde 2012 al subir en casi 98.000 personas. Según se comenta, estos malos datos, comprometedores para el Gobierno, no pillaron por sorpresa al Ejecutivo. El motivo estuvo en el rastreo constante que, según cuentan, realiza Moncloa de los datos del paro, desde la aparición de la última EPA hace ahora tres semanas. Por lo que se dice, el panorama de ralentización en la creación de empleo que la encuesta desveló inquietó al presidente Pedro Sánchez, cuyo objetivo era anunciar antes de las elecciones del domingo que el número de parados había caído de tres millones. El repunte del desempleo hasta las 3.177.659 personas impidió a Sánchez jugar esa baza electoral que preparaba para el debate televisivo del lunes 4 de noviembre. Pero la imposibilidad de ese logro no evita que Sánchez siga demandando un rastreo diario del mercado de trabajo (cuyas cifras, dicen, se le envían por SMS). "Hay preocupación en Moncloa por la evolución del mercado de trabajo", comentan en círculos políticos. Las mismas fuentes añaden que las continuas peticiones de información recuerdan a "la preocupación de los directivos de una cadena de televisión, que acostumbran a desayunarse a diario con los datos de audiencia sobre la mesa".

    Primeras divisiones entre los radicales de los CDR

    Los violentos siguen campando a sus anchas por Cataluña. De hecho, ayer mismo se volvió a cortar la AP-7 en La Jonquera y se trató de bloquear la frontera con Francia. Pero se comenta que en el entorno de los CDR se ha abierto un principio de fractura, entre los que instan a seguir con las movilizaciones violentas y los que quieren regresar a la vía pacífica. Según fuentes independentistas, esta división se está viendo en los chats que estos grupos radicales cercanos a la CUP utilizan para coordinarse. De momento, nadie sabe qué facción ganará. Pero en lo que todos coinciden es en que los CDR "están fuera de sí y ya se permiten ignorar las órdenes que les llegan desde determinados partidos secesionistas".

    Temor a que Canadá reciba a Puigdemont

    Cuentan que en Moncloa se temen que Canadá permita la entrada del prófugo Carles Puigdemont. La razón está en la necesidad que el primer ministro Justin Trudeau tiene de pactar con el Bloque Quebequés para formar gobierno. Por lo visto, esta formación exige a Trudeau que se implique en el conflicto catalán, en favor del procés, lo que está levantando sospechas en el Ejecutivo español.