Querido Alfonso...
- Artículo 'in memoriam' del Consejero Delegado de Ecoprensa
Pablo Caño
Tenía pendiente escribirte esta carta. Hace ya un año que nos conocemos y que me propusiste el reto de liderar y transformar elEconomista. Llevabas ya un tiempo buscando mi perfil y no era una búsqueda fácil.¿Pero para quién sería fácil? Trece años creando este gran medio de comunicación líder en su sector, esta herramienta de influencia y esta comunidad de fieles lectores, y había que pensar en el futuro.
Los que hemos sido aventureros y emprendedores sabemos perfectamente que la adrenalina, la emoción y la pasión por lo que hacemos no es fácil de delegar. Hace falta mucho valor para organizar el relevo y una inmensa generosidad para ejecutarlo. Tu planificación ha sido impecable. Has sabido alinear a todos los astros que giran a tu alrededor para que apoyen y empujen el siguiente capítulo de la historia de este gran periódico.
Quería decirte que he aprendido mucho en este tiempo contigo, ahora sé que los detalles importan, que los silencios son muy importantes, pero solo son útiles cuando estás escuchando, que la vida es lo que ocurre aquí y ahora y que estar presente solo es así cuando lo hacemos con todos nuestros sentidos. Sé que la honradez tiene que liderar todas las decisiones y el corazón las acciones. Me siento muy afortunado de haber compartido tantas de las relaciones humanas que has forjado. Ahora sé que con talante, un ejemplar saber estar, escuchando a las personas detrás de cada empresa, se hacen negocios y se forjan amistades. Es sorprendente cómo llenas cualquier sala en la que estás, sin siquiera tener que decir palabra.
He tomado nota, tengo claro que la tesorería es primero, que la independencia del periódico está por encima de todo y que nuestros consejeros, accionistas y apoyos, son buenos amigos, aparte de ser grandes colaboradores. Sé que hay que proteger a la redacción para mantener la calidad del producto y que tenemos suerte de contar con un equipo fantástico. Seguiré agradeciendo y felicitando al equipo en los éxitos y apoyando en los fracasos, como me enseñaste. Comparto tu modelo de liderar a base de servir.
Alfonso, te estoy tremendamente agradecido por la oportunidad que me diste, tu apoyo continuo, tu refuerzo positivo, tus confidencias y tu instrucción, siempre tan respetuosa. Sé que quedo al cargo de un equipo y un proyecto magníficos, que has construido a lo largo de los años y me comprometo a ser Capitán de este buque de la manera que esperas que lo sea. Sé que me sigues apoyando en la distancia y cuento con que así siga siendo en adelante.
Te deseo muy buen viaje y seguimos en contacto. Un fuerte abrazo.
Pablo.