Sánchez y Rivera: el electorado tomará nota
J. R. Pin Arboledas
Nadie lo recordará porque mis opiniones no son tan importantes. Pero después de las elecciones generales de 2015, que ganó el PP sin mayoría, apunté la posibilidad de que PSOE y Ciudadanos gobernaran con la abstención del PP. Entonces a muchos, especialmente al PP de entonces, les pareció una barbaridad. Pero lo que dicen los hechos posteriores es que al no hacerlo se instaló la inestabilidad política en España.
Era de sentido común que un partido de Gobierno en una crisis se quemara. Por eso, a pesar de que el PP sacó 123 escaños, 17 menos que la suma de PSOE+C's (140), hubiera sido muy bueno para España y para el mismo PP haber pasado a la oposición cambiar su estrategia y estructura. No se hizo a pesar de que Mariano Rajoy declinó presentarse a una investidura con tan pocos apoyos después de las elecciones de 2015.
Las recetas económicas de los liberales y los socialdemócratas son similares
Entonces el sentido común, lo lógico, hubiera sido apoyar la coalición PSOE/C`s que se presentó como alternativa. Pero se mantuvo a un PP renqueante en el Gobierno en funciones. En consecuencia, se repitieron elecciones en 2016, el PP sacó 14 escaños más: 137. Con el espejismo de ese aumento y gracias a la abstención del PSOE, el PP fue investido y gobernó de manera renqueante, con todos los grupos parlamentarios dispuestos a aprovecharse de su debilidad (PNV) o a asaltar la Moncloa a la primera ocasión (PSOE, Podemos, ERC, JpC,…). La excusa se dio cuando en el juicio de la Gürtel sobre la financiación ilegal del PP se imputó al partido. Pero, no hay que engañarse, fue una excusa, todos lo estaban esperando y lo hicieron a la menor oportunidad.
En junio de 2018 la moción de censura derrotó a Mariano Rajoy y Pedro Sánchez fue investido como un Gobierno. En teoría para convocar elecciones, cosa que no hizo hasta el año siguiente, diez meses después (28 de abril, 28A). Después de esas elecciones ha habido una investidura fallida por empeño de Unidas Podemos (UP) de entrar en una coalición de Gobierno que el PSOE de Pedro Sánchez rechaza.
España necesitaba que PSOE y Ciudadanos hubieran alcanzado un acuerdo
Ir contra el sentido común es muy peligroso y eso es lo que ha pasado en España desde el rechazo a la investidura PSOE/C´s en 2016. Ahora se hubiera podido arreglar ese entuerto. Con una ventaja, la suma de PSOE y C's daba mayoría absoluta (180 escaños) en la actual composición del Congreso. La investidura hubiera salido en la primera votación sin necesidad de otros apoyos. Pero no se ha hecho. Hasta la segunda semana de septiembre C's había rechazado de plano apoyar a Sánchez.
Este lunes 16 de septiembre Albert Rivera anunció que se podría abstener si lo hace también el PP y el PSOE se compromete a tres cosas: cambiar el Gobierno de Navarra, tener prevista la aplicación del artículo 155 de la Constitución y reducir impuestos. La propuesta del presidente de C's se puede interpretar. Por eso, Sánchez ha contestado que ya la cumple. Un error, porque su respuesta puede considerarse por Ciudadanos como un ejercicio de cinismo (y lo es). Lo que en lugar de ayudar al entendimiento lo ha dificultado.
En consecuencia, lo que parecía una solución que de estabilidad al país se torció por maniobras dialécticas. Si las respuestas a Pablo Iglesias por parte del PSOE son de claro desprecio, las que se han dado a Rivera son de "oídos sordos". El mensaje electoral del PSOE, orquestado por la brillante mente de Iván Redondo, es el mesiánico: "o el Gobierno del PSOE en solitario o el caos". Un mensaje que puede ser eficaz como propaganda pero que no resiste la más mínima crítica. Puede haber muchas soluciones distintas; entre otras las de la coalición PSOE/C´s.
Hoy en día liberales y socialdemócratas difieren muy poco en sus recetas. Especialmente si se entra en una crisis económica como la que todos los expertos anuncian para la última parte de este año y la primera mitad del siguiente.
La legislatura ya acabó. Lo que salga después de las elecciones puede volver a depender de las mismas dos personas. Del presidente en funciones Sr. Sánchez y del presidente de Ciudadanos, Sr. Rivera. España lo necesita, el PSOE lo necesita y a C's le viene bien. Máxime si este último en unas nuevas elecciones pierde escaños. Entonces ¿por qué no salió antes? Ellos sabrán y el electorado tomará nota.