Opinión

Una anomalía del mercado laboral

    El mal funcionamiento de los servicios de empleo, clave

    elEconomista.es

    Este verano se observa una paradoja en el mercado laboral. Ante una temporada estival positiva en cuanto a llegada de turistas extranjeros y con la demanda interna creciendo, existe un déficit del 15 por ciento en las plantillas hoteleras, especialmente en restauración. No es casual que tal circunstancia ocurra tras la entrada en vigor el pasado 12 de mayo de la normativa de control horario.

    Dicha ley impide que los trabajadores puedan superar las 80 horas extra anuales. Un límite que se queda escaso en este sector, en el que los picos de actividad hacen que se alcancen con facilidad las 240 horas al año. Todo indica, por tanto, que se cumplen los temores de los empresarios de hostelería acerca de la rigidez que tenía la normativa y su falta de adaptación a las exigencias de su actividad.

    El Inem debe controlar mejor quién rechaza ofertas realmente adaptadas a su perfil para poder seguir cobrando el paro

    Pero el hecho de que las contrataciones se hayan parado bruscamente y que de un año para otro los empresarios tengan problemas para encontrar candidatos, cuando la tasa de paro es del 14 por ciento, invita a pensar que actúan otros factores por el lado de la demanda de trabajo. Con esa idea, debe tenerse en cuenta que en estos últimos meses se han recuperado subsidios y ayudas que pueden estar desincentivando la búsqueda activa de empleo, una deficiencia tradicionalmente presente en el mercado laboral español. Pero el problema fundamental viene del mal funcionamiento de los servicios de empleo, del Inem. Es necesario que se mejoren sensiblemente los controles para que un desempleado no rechace, sin tener concecuencias, ofertas de trabajo para prolongar el cobro de la prestación. Pero también es necesario que las ofertas que se le presenten sean razonables y adaptadas a su perfil y preparación.