Katy Perry, acusada de "matar de estrés" a una monja
Informalia
La hermana Catherine Rose Holzman ha fallecido este viernes a los 89 años durante una visita al tribunal en la que le suplicó a la estrella del pop que no comprase el convento en el que residieron sus hermanas. Según ha señalado otra de las monjas de la congregación, el "estrés" que le ha provocado la artista con el litigio ha acabado con su vida.
"Katy Perry, por favor, detente. Esto no le está haciendo bien a nadie, solo está hiriendo a muchas personas", dijo Catherine Rose a las puertas del juzgado. Sin embargo, al entrar al juicio, la hermana perdió el conocimiento y acabó perdiendo la vida, tal y como ha informado la cadena KTTV. La hermana Rita Callanan, que también participaba en la vista, ha señalado a la cadena Fox11 LA que la causante de este trágico suceso es Katy Perry (33), por el estrés que ha generado a la monja de 89 años con el litigio: "La ha matado el estrés por culpa de Perry". Por el momento, la cantante no se ha pronunciado al respecto.
Esta batalla legal comenzó cuando la novia de Orlando Bloom se enamoró del espectacular convento que la congregación tenía en las colinas de Los Ángeles. Aunque las monjas ya no viven allí y tan solo se utiliza como retiro para sacerdotes, las hermanas se negaban a vendérselo a la cantante. Después de varios intentos de llegar a un acuerdo con ellas, Perry pactó con la archidiócesis de Los Ángeles su compra por 14 millones dólares, de los cuales, cuatro irían destinados a construir un nuevo espacio para oraciones.
Sin embargo, las hermanas de la orden de Inmaculado Corazón de María, entre las que se encontraba Holzman, pactaron su venta por 15 millones a la restauradora inmobiliaria Dana Hollister. Y es que las monjas preferían que la que había sido su residencia acabase convertida en un hotel de lujo antes de que fuera la residencia de Katy Perry.
A raíz de esto comenzó su disputa en los tribunales. La Archidiócesis de Los Ángeles bloqueó la venta a Hollister en 2015, alegando que las monjas no tenía potestad para venderlo, y en 2016 el juez dio la razón a Perry y a la Archidiócesis e invalidó la compra a Hollister, quien ha apelado esta decisión, por lo que el caso continúa en los tribunales.