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Turbulencias: ¿qué son realmente y qué las provoca?

  • Los aviones se encuentran con corrientes de aire tumultuosas o turbulentas
  • No son nada de lo que preocuparse; son conocidas y entendidas por los pilotos
Avión en pleno vuelo. Imagen: Pixabay

EcoDiario.es

No importa cuántas veces hayas viajado en avión, sentir esa sacudida a 10.000 kilómetros en pleno vuelo puede ser una experiencia terrorífica. Sin embargo, las turbulencias no son nada de lo que tengas que preocuparte, puesto que cada una de ellas son conocidas y entendidas por los pilotos del avión.

Al igual que un vehículo puede atravesar caminos desiguales o un barco navegar a través de un mar agitado, los aviones se encuentran frecuentemente con corrientes de aire tumultuosas o turbulentas. Cuando nos encontramos a bordo son incómodas, pero no por ello significa que sean peligrosas; forman parte de cualquier vuelo.

Las turbulencias pueden ocasionarse por diferentes motivos. En primer lugar, están las turbulencias causadas al volar sobre las montañas. A veces los aviones experimentan lo que se llama "turbulencia inducida por el terreno", donde el viento que fluye sobre los picos de las montañas y a través de los valles interrumpe el aire a miles de kilómetros por encima de él.

Pero incluso cuando un avión vuela sobre un terreno llano, los pilotos pueden encontrarse con zonas irregulares que causan turbulencias. Las masas de aire a nivel del suelo se expanden y se elevan para crear una corriente ascendente. A medida que esta corriente ascendente viaja más alto, se enfría y se condensa en una nube. Las turbulencias causadas por nubes es el fenómeno más conocido por los pilotos y el más fácil de detectar y prepararse.

No todas las corrientes de aire ascendentes se convierten en nubes amenazantes, también existen las turbulencias de "aire limpio" que ocurren cuando el aire caliente que sube es demasiado seco para formar una nube. A diferencia de la turbulencia mencionada anteriormente, estas áreas son imposibles de identificar a simple vista.

Avión volando. Imagen: Pixabay

Los aviones están diseñados para soportar cualquier obstáculo

Los efectos de las turbulencias suelen ser leves e inofensivos: tal vez lo sean para despertarte del sueño profundo, pero no son lo suficientemente fuertes como para derramar la bebida de la bandeja. Por supuesto, una turbulencia puede volverse más severa, pero en tal caso los pasajeros tienden a pensar que están en mayor peligro de lo que realmente sucede.

A pesar de tener la sensación de estar cayendo en picado, los aviones están diseñados para soportar esas sacudidas por el clima volátil y son el medio de transporte más seguro del mundo. La mayor amenaza durante un episodio de turbulencias es en la cabina de los pilotos, razón por la cual la mayoría de las lesiones son sufridas por asistentes de vuelo. Pero aún así, no se da el caso.