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La 'pillada' a Susana Díaz tras 'escaparse' del Congreso del PSOE: "En las primarias me han dado una hostia"

  • Ocurrió mientras el PSOE-A se ausentaba de las votaciones del Congreso
<i>Susana Díaz, este fin de semana en el 39º Congreso Federal del PSOE. Foto: EFE</i>

elEconomista.es

En la noche del pasado sábado llamó la antención la imagen que ofrecía el pabellón de IFEMA donde se celebraba el 39º Congreso Federal del PSOE. Mientras la mayoría de delegados votaba las propuestas y enmiendas que regirán el destino del partido, la delegación andaluza se 'escapaba' a un restaurante madrileño.

Este 'feo' a Pedro Sánchez, ganador de las primarias y cuya entronización era el leitmovit de esta cita, se tradujo en multitud de butacas vacías en la sala donde se votaba después de que éste se reuniera por espacio de menos de 10 minutos con la presidente de Andalucía y hasta ahora mayor rival interna, Susana Díaz.

Una vez Díaz salió cariacontecida y sin querer hacer muchas declaraciones de la breve reunión con Sánchez, la delegación andaluza, con la propia Díaz a la cabeza, abandonaron el pabellón y se dirigieron a un restaurante madrileño donde, en tono festivo, la cabeza de la Junta se dirigió a sus acólitos.

En una especie de escenario improvisado y en plena algarabía de los asistentes, Díaz bromeó durante unos instantes antes de dar su discurso. Una vez consiguió que Mario Jiménez, exportavoz de la Gestora y 'mano derecha' suya hizo aparición en la sala ante los reclamos de su jefa, ésta se arrancó con la siguiente frase en un tono más que coloquial (a partir del minuto 2:15): "En las primarias me han dado a mí una hostia".

A continuación, en un sesgo más conciliador aunque sin abandonar el tono sardónico, Díaz dijo en referencia al Congreso: "Hemos venido a ayudar, a aportar y a dar lo mejor que tenemos del PSOE de Andalucía". Unas declaraciones que contrastan con el hecho de que su delegación no estuviese en las votaciones.

Sin abandonar la chanza, los acompañantes de Díaz empezaron a aplaudir y a gritar "¡Qué grande eres!", mientras ella llamaba "máxima autoridad" a Verónica Pérez, la dirigente sevillana cercana a la presidente de la Junta que cobró fama cuando en pleno derrocamiento de Sánchez acudió a la puerta de Ferraz a decir que la autoridad recaía en su persona tras la disolución de la Ejecutiva Federal.

En este acto improvisado también estaban otros destacados miembros del PSOE andaluz como Juan Cornejo, considerado, al igual que Jiménez, el principal apoyo interno de Díaz.