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Citroën Ami, el "no coche" eléctrico que se puede conducir sin carnet con 70 km de autonomía
- No se puede circular por autovías ni autopistas
- Dispone de una autonomía de 70 km
- Se pondrá a la venta en el segundo semestre
Miguel Ángel Linares
Citroën acaba de dar un paso más en esta carrera por la movilidad urbana que las marcas están disputando a la par que el maratón de los electrificados o la gincana de los SUV. Porque ya está entre nosotros el Citroën Ami, un "objeto de movilidad", pues no podemos llamarlo coche o vehículo, porque no lo es.
Hablamos de un cuadriciclo de 2,41 metros de largo por 1,39 m y 1,52 de ancho, con capacidad para dos personas, un peso inferior a los 500 kilos, por supuesto eléctrico total, para el que no se necesita tener carnet de conducir coches y que ¡atención!, estará a la venta por 6.900 euros. Aunque también se podrá disfrutar de él por 19,99 euros al mes en concepto de alquiler durante 48 meses –tras desembolsar una entrada de 2.644 euros–.
¿Algo malo? Evidentemente. Igual que Drácula era un "no muerto", el Citroën Ami es un "no coche". ¿Y por qué? Porque con él no podemos circular ni por autovías ni por autopistas. Es básicamente un ciclomotor con ruedas.
Aunque, claro, viviendo en los tiempos en los que vivimos, disponer de una "cosa con cuatro ruedas" –en Citroën se guardan mucho de llamarlo "vehículo"– en una gran ciudad, con las restricciones a la circulación que irán cada día a más, y sobre todo al precio en que podemos adquirirlo o alquilarlo… es para pensárselo.
Más datos, para tenerlo más claro. Su autonomía llegará a los 70 kilómetros, evidentemente más que suficiente para un vehículo (que no, que "objeto de movilidad") de uso exclusivamente urbano –recordemos que, por ejemplo, en Madrid no podría acceder a la M-30, o en Barcelona a las rondas–, pueda moverse durante un día entero con total libertad y tranquilidad.
De todas formas, en caso de necesidad de voltios, la recarga de su batería de 5,5 kWh de capacidad necesita de tan solo tres horas… en un enchufe casero. ¡Vamos!, que se pueden cargar casi a la vez el teléfono y el iPhone o Samsung de turno. Por supuesto, también se podrá cargar de forma mucho más rápida en una wallbox o en un punto de carga público.
Más cosas. El Ami solo estará disponible por fuera con un color, más bien un bicolor gris/blanco, pero tiene múltiples opciones de personalización con una paleta de cuatro colores (gris, azul, naranja y caqui), en muchos detalles, principalmente las ruedas, pero también embellecedores, adhesivos, etc.; y en su interior con dos ambientes diferentes (My Ami Pop y My Ami Vive).
Hablando del interior, ya hemos dicho que es un biplaza, en el que el asiento del conductor es regulable longitudinalmente mientras el del copiloto queda fijo en la posición más trasera, por lo que con un conductor de estatura media/baja los asientos no irán paralelos, dotando de mucha personalidad al (ahora sí), objeto de movilidad urbana.
Y aunque el Ami sea pequeño por fuera, dentro tiene un espacio suficiente para dos adultos, que además no tienen por qué sufrir de claustrofobia, pues entre las ventanas y el techo panorámico, más del 40% del habitáculo es "casi" exterior.
Las pequeñas ruedas que desplazan al pequeño Citroën, de tan solo 14 pulgadas, están colocadas en las cuatro esquinas del chasis para facilitar, entre otras cosas, un radio de giro de apenas siete metros, para recalcar aún más la filosofía urbana del modelo.
En el interior, la pantalla donde manejaremos la multimedia y el navegador nos resultará muy familiar porque será… nuestro smartphone. Irá perfectamente colocado en el centro del salpicadero con una pinza giratoria para poder colocarlo a gusto de nuestra mirada. Dentro también podremos personalizar a nuestro gusto, con alguno o algunos de los cuatro colores antes referidos, tanto las alfombrillas como el espacio portaobjetos sobre el salpicadero, la pinza del teléfono, etc.
En resumen, que hablamos de otra pequeña "revolución" en un mercado del automóvil que no deja de sorprendernos con nuevas ideas y propuestas. El Ami, que llegará a nuestras calles –que no autovías o autopistas– en el segundo semestre del año, se podrá adquirir además directamente en Internet.
Para terminar, una curiosidad histórica. El Citroën Ami 2020 (su nombre oficial) es todo un homenaje a uno de los vehículos –esta vez sí– de la firma francesa, el Ami ("amigo" en francés), un compacto de inconfundible morro que se fabricó entre 1961 y 1979, y que nació para cubrir el gran hueco existente en aquella época entre dos de los mitos más grandes de Citroën: el DS ("Tiburón" para muchos de nosotros) y el 2 CV.