Next Generation

Una ciudad aeroportuaria para convertir El Prat en hub internacional

  • Aena presentará en los próximos meses un plan para construir una ciudad logística en las inmediaciones de El Prat. el objetivo es la dinamización de la zona, reservando un espacio para empresas del sector económico 4.0

Irene Bohoyo

AENA ultima su proyecto dinamizador de El Prat: una ciudad aeroportuaria con una extensión de 543 hectáreas. Tras el fracaso de los planes de ampliación del aeropuerto barcelonés el gestor aeroportuario centra sus esfuerzos en lo que podría parecer un plan B, pero que en realidad lleva años desarrollándose, según fuentes de la propia entidad: la construcción de una ciudad logística en las inmediaciones del aeropuerto de la capital catalana.

Ya en 2018 el entonces ministro de fomento, Ínigo de la Serna, presentaba un Máster Plan Inmobiliario con una dotación presupuestaria de alrededor de 1200 millones de euros; en su diseño se establecía la creación de un área para las empresas de comercio electrónico, además de zonas de hoteles, restaurantes y oficinas. El proyecto quedó pausado por el cambio de gobierno central, pero según fuentes de AENA nunca se abandonó, sino que siguió su curso en paralelo al debate sobre la posible ampliación.

Ahora, aunque con ligeras variaciones, como el cambio de nombre al de Ciudad aeroportuaria, el proyecto toma forma y mantiene su objetivo: dinamizar las inmediaciones de El Prat con la construcción de una ciudad que sea centro logístico, empresarial y de servicios que haga las veces de ciudad aeroportuaria para dar un nuevo impulso a la terminal.

Un diseño sostenible

En este caso el proyecto no plantea ninguna controversia o problema medioambiental, como ocurría con la ampliación de El Prat, que impactaba directamente sobre espacios protegidos como La Ricarda. Los terrenos en los que se construiría esta ciudad logística ya son propiedad de AENA y no están protegidas.

Se sabe que el diseño iría en la línea de las inversiones anunciadas para el aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid-Barajas, en el que ya trabaja el Ministerio de Transportes. Otros datos que han trascendido sobre el diseño de esta ciudad aeroportuaria son que sus usos estarán vinculados a la carga aérea, hangares, servicios a pasajeros, oficinas, sedes corporativos, etc., y que se integrará de alguna forma con la zona residencial de El Prat, potenciando la sostenibilidad tanto en la construcción como en la movilidad, poniendo especial interés en la creación de zonas comunes.

El éxito de un hub depende en buena medida de la buena conexión de su aeropuerto y de las opciones, comodidades y servicios asociados que lo rodeen. De las infraestructuras aeroportuarias, en resumen, que hacen más atractivo un aeropuerto a ojos de las compañías aéreas.

El Prat tuvo una demanda de 51,7 millones de viajeros en 2019, con una capacidad teórica de 55 millones según el Documento de Regulación Aeroportuaria de 2017-2021, pero con posibilidades de operar, según este documento elaborado por el Ministerio de Transportes, unas 90 operaciones por hora. Para poner en perspectiva los datos: el aeropuerto de Heathrow, el primero en el ranking de hub aeroportuarios en Europa, movió 80 millones. El barcelonés ocupaba ese mismo año el sexto puesto. Con la construcción de la ciudad aeroportuaria AENA pretende que El Prat escale posiciones, colocándose a la cabeza.

Más de 500 hectáreas

El presidente de AENA, Mauricio Lena, ya expuso que las 543 hectáreas de la futura ciudad aeroportuaria se distribuirían en 215 para suelos ambientales preservados, 185 para parcelas comercializables, 20 para la instalación de energías renovables, 37 ya ocupadas y 86 de suelo público.

La inversión requerida para la construcción de esta ciudad logística integrada dentro de El Prat ha de ser público-privada, con un plazo de unos 20 años. Además será necesaria una inversión en infraestructuras, calidad de los servicios y un proyecto inmobiliario hasta 2026, como mínimo. El Ministerio ya ha anunciado que invertirá 330 millones de euros en la mejora de Rodalies.

Para las posibles empresas públicas la ciudad aeroportuaria tiene dos principales atractivos: el comercio electrónico y la logística. En el diseño del proyecto se ha incluido un área de e-commerce para la que se han reservado 75 hectáreas, un parque logístico con 58 hectáreas y la Air City, la ciudad aeroportuaria en sí, que ocupará 49 hectáreas en las que habrá hoteles, restaurantes y oficinas.

Se trata de una importante inversión en infraestructuras que es imprescindible para el impulso de Barcelona como hub industrial y comercial, en la línea de apuestas como la puesta en marcha de DFactory Barcelona, el hub ubicado en la Zona Franca de la capital catalana y que busca la contribución al PIB desde el I+D. En este sentido el diseño del proyecto de construcción de la ciudad aeroportuaria contempla un espacio reservado para las industrias 4.0 y empresas ligadas al sector de la aeronáutica.

Cataluña es hoy por hoy referente europeo en el sector 4.0, y Barcelona es la pieza clave para ser el motor del cambio hacia un modelo económico digital, con un aporte al PIB desde las actividades que generen un valor añadido. Los planes de creación de esta ciudad aeroportuaria, contemplando la sostenibilidad tanto en la construcción como en las utilidades una vez creada, y buscando la inversión en una economía inclusiva que mire hacia el futuro, como lo es la del sector de la industria 4.0, hacen de la catalana una región atractiva para los inverores de toda índole y nacionalidad.

Se espera que AENA presente el plan de construcción de esta ciudad aeroportuaria en los próximos meses. Si encuentra los apoyos necesarios, el hub barcelonés se verá impulsado de forma significativa también desde las instituciones, siempre en la línea de apostar por el tejido empresarial en la región. Un paso más en el posicionamiento de Cataluña como motor de la transformación económica, a la cabeza de España y de Europa.