Ibercom, la mayor cooperativa de cerdo ibérico de España, en busca de nuevos retos
- Ha pasado de una cifra de negocio de 37 millones de euros en 2014 a más de 100 millones en 2018
- La cooperativa se encamina ahora hacia una gestión del siglo XXI
elEconomista.es
Extremadura, cuna del cerdo ibérico, es uno de los paisajes elegidos por este animal. De hecho, la elaboración de las piezas de carne procedentes de ellos en la región, se remontan a la época de los romanos, cuando se aplicaba la salazón (especialmente en los jamones) como modo de conservación de las carnes de la primitiva raza ibérica. Un saber que ha permitido conservar y mejorar la raza ibérica en un paraíso natural, que con cerca de un millón de hectáreas de dehesa constituye un entorno privilegiado para las especies ganaderas y la fauna silvestre, al contar con uno de los ecosistemas mejor conservados de Europa.
Con todo, dónde iba a estar la mayor cooperativa de cerdo ibérico de España si no es en Extremadura. Ibercom, con un volumen de comercialización de animales cercano al 10% de la cabaña nacional, ha pasado de una cifra de negocio de 37 millones de euros en 2014 a más de 100 millones en 2018.
Compaginar un volumen de producción ganadera cercano a los 400.000 animales ibéricos al año, con la creación de un impacto positivo en el entorno, es el camino que Ibercom comenzó a recorrer en 2018 y que ahora forma parte central del nuevo plan estratégico que elaboran para afrontar la nueva etapa tras la crisis sanitaria. Existe una conciencia compartida donde el bienestar animal, el desarrollo medioambiental y la demografía, son aspectos clave para garantizar la sostenibilidad del sector en el medio y largo plazo. En palabras de José Ignacio Moríñigo, director general de Ibercom Cooperativa de Cerdo Ibérico: "No se trata sólo de una demanda de los consumidores, que afortunadamente cada vez están más informados, también es una cuestión que nos afecta a nosotros como productores. La calidad de vida del animal, el acceso a una alimentación y agua saludables y suficientes, así como los ganaderos del entorno rural, es la combinación que hace posibles productos de calidad".
Ser ejemplo de bienestar animal, la reducción de la huella de carbono e hídrica y facilitar el anclaje demográfico son las líneas maestras de actuación que se ha propuesto abordar la cooperativa. Las primeras actuaciones tuvieron lugar en 2019, cuando comenzaron con el proceso de adecuación de explotaciones a la normativa de bienestar animal.
Gracias a ello, en 2020, más de un tercio de sus granjas están amparadas bajo el sello de Animal Welfare certificado por Aenor. También en 2020, comenzaron a realizar la auditoría interna de los criterios del certificado del Observatorio de Responsabilidad Social Empresarial de la junta de Extremadura, reconocimiento que esperan alcanzar a lo largo de la segunda mitad de este año. Este sistema integra los principales estándares de RSC actuales y permite monitorizar y controlar todas las áreas de impacto de las políticas de la empresa, tanto hacia trabajadores y socios, como hacia el entorno socio económico y ambiental. "Uno de los puntos más fuertes de Ibercom, es nuestro departamento de calidad, no en vano entre normas de seguridad alimentaria, ibérico, exportación y calidad, superamos con creces la decena de auditorías anuales", explica su director general.
Actualmente, Ibercom pretende continuar este camino y evalúa diferentes sistemas con auditoría independiente de medición y mejora del impacto en la generación de CO2 y consumo de agua, tanto en las explotaciones como en las instalaciones de transformación. En este sentido, ya en su última inversión, Cibex, el complejo del ibérico de Extremadura, donde se han comenzado a implantar tecnologías de última generación para la recuperación y depuración de aguas, así como en energía termosolar y fotovoltaica, capaces de dar respuesta a la transformación de más de 300.000 animales al año.
Desafíos
De esta forma, a finales de este año, la cooperativa tiene planificado el arranque de varias actuaciones en colaboración en forma de proyectos de innovación y acciones directas para dar respuesta a las áreas de impacto que se han marcado.
De todas ellas, el anclaje demográfico es el reto más complejo de abordar: formación, digitalización, introducción de nuevas tecnologías en las granjas ... Un problema multifactorial que puede abordarse desde muchas perspectivas, y en el que la cooperativa se encuentra inmerso, con la elaboración de un plan específico que, como remarca su director general, será también en colaboración, para que tenga "un impacto de verdad".
En todo este proceso, la única amenaza que detecta la cooperativa está en lo que se denomina Green Washing, un fenómeno crítico contra la RSE que esta generando un clima de opinión incipiente en donde el desarrollo de este tipo de políticas se percibe como una "careta" que sigue ocultando una industria peligrosa y contaminante, y que desde Ibercom combatirán con "transparencia, naturalidad y cercanía", explica su director.
En cualquier caso, los planes de la cooperativa son firmes ya que, como remarcan desde ella, el plan de sostenibilidad y responsabilidad no tiene como objetivo vender más, sino producir mejor. Mejor para los ganaderos, para los animales, para la dehesa y para las personas que viven en el entorno rural. Se trata de construir un modelo de producción ganadera para que los hijos y nietos de los socios se sientan orgullosos y elijan continuar con la profesión.