Nacional
El fin del estado de alarma y las pocas restricciones de movilidad devuelven los atascos a Madrid
- El tráfico en la almendra central de la capital ya supone el 90% precovid
- El último fin de semana se han experimentado grandes concentraciones de coches
- La bicicleta también crece, mientras el transporte público se queda lejos
elEconomista.es
Uno de los efectos positivos que la covid-19 ha tenido sobre las grandes ciudades es la reducción de los efectos contaminantes, sobre todo en lo que respecta a los vehículos. Con miles de personas encerradas obligada o voluntariamente en sus casas, el descenso del número de coches en carretera se ha hecho más que notable. Sin embargo, el avance de las vacunas, los cada vez menores casos, el fin del estado de alarma y la relajación social han provocado que las cuatro ruedas vuelvan a las calles, con Madrid como el gran ejemplo de este efecto.
En los últimos días, el número de coches que circulan por la almendra central de Madrid, los distritos que encierra la M-30, suponen el 90% de la etapa precoronavirus. Así lo asegura el delegado de Movilidad y Medio Ambiente del Ayuntamiento de la ciudad, Borja Carabante, a El Mundo reafirmando que este hecho es una muestra del fin de las restricciones de movilidad en la capital.
Con cada vez menos zonas sanitarias confinadas, en la actualidad solo hay cinco territorios en la ciudad con restricciones, los madrileños han vuelto a recuperar las calles con un mayor uso del vehículo privado. Consecuencia también del descenso del uso del transporte público, por el miedo al contagio, los servicios de taxis, VTC, metro y autobuses solo se encuentran a un 65% de su capacidad precovid.
El transporte público madrileño registró en 2020 su cifra más baja desde 1974
"Antes, la circulación era ágil, pero ahora las arterias vuelven a estar saturadas. A la gente ya no le compensa el tiempo de viaje en coche y regresará al transporte público", confía el director del Consorcio Regional de Transportes de Madrid, Luis Miguel Martínez Palencia.
Motivo de contagio o no, para Martínez Palencia "nunca se ha demostrado que el metro o el autobús fuesen vectores de contagio", la realidad es que el transporte público perdió en 2020 un 93% de su actividad en 2019 (fue la cifra más baja de viajeros desde 1974). Un hecho que ha impulsado a los vehículos privados hasta este pasado viernes cuando en vísperas de la festividad de San Isidro se volvió a experimentar una constante de tráfico en la capital, aún sin datos oficiales.
La bicicleta crece como alternativa al coche
Pero junto al uso de coches y motos, también ha crecido la demanda de bicicletas en Madrid. Un hecho positivo para la reducción de la contaminación en la principal urbe española que ha dejado cifras récord en Bicimad, el servicio municipal de ciclos.
Con 16.214 usos de Bicimad solo el 7 de mayo, récord histórico, los madrileños han visto que se pueden optar por otras formas de movilidad ya que también se ha incrementado el número de peatones (como otra consecuencia de la reducción del transporte público).
Dos transportes sostenibles que pugnan con la demanda del coche privado, ahora que este vuelve a experimentar un gran auge tras el fin de las restricciones de movilidad y el estado de alarma. Una muestra más de que los madrileños han vuelto a las calles para tratar de llevar una vida lo más normal posible, mientras la vacunación crece con la respectiva bajada del número de contagios por coronavirus.