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Exiliado, insubordinado y senador vitalicio: así era el fundador de la Guardia Civil

  • Francisco Javier Girón y Ezpeleta fundó la Benemérita en marzo de 1844
  • Tuvo amistad con Narváez hasta que siendo este presidente criticó sus políticas
  • De familia aristócrata y noble acabó siendo vicepresidente del Senado
Foto: Wikipedia.

Adrián Arranz
Madrid,

La persona de Francisco Javier Girón y Ezpeleta (Pamplona, 1803) es una de las más desconocidas dentro de la importancia que tuvo para la historia de España. Segundo duque de Ahumada, su principal hito fue fundar la Guardia Civil, órgano del que también fue su primer Director General. Sin embargo, a este senador vitalicio la carrera le deparó desde un exilio con su padre hasta una insubordinación contra el presidente del Gobierno.

Este pasado 11 de marzo, el responsable de dar origen a la Benemérita habría cumplido 218 años. De familia aristócrata y militar, pues entre sus antepasados había un virrey de Navarra, un capitán general de Cádiz, un gobernador general de Filipinas o un paje real de Fernando VI, Francisco Javier de Girón y Ezpeleta heredó el título de marqués de las Amarillas y duque de Ahumada tras los fallecimientos de su abuelo y padre, respectivamente.

Este último fue una figura clave para su crecimiento y ascenso militar desde que a raíz de la invasión francesa en España, luchase con méritos contra las tropas de Napoleón. De tal palo, a los 12 años ingresó en el Ejército desde donde combatió el pronunciamiento de Riego (autor del himno de la República) o fue un firme defensor de la monarquía absolutista.

Exilio en Gibraltar hasta el regreso de Fernando VII

Unos sucesos que, con el Trienio Liberal (1820-1823), le costaron el exilio en Gibraltar a donde llegó disfrazado de contrabandista. Siempre de la mano de su padre, ya tras el triunfo de los cien mil hijos de San Luis que derivó en la restauración de Fernando VII, Francisco Javier regresó a la Corte desde donde siguió progresando en su carrera militar.

Teniente coronel en 1829, dos años más tarde se convierte en coronel mientras su progenitor pasa a ser capitán general. Fue bajo este rango, y a las órdenes del general Narváez (con el que tendría una amistad duradera hasta su insubordinación) cuando participa en la I Guerra Carlista, donde defiende a Isabel II hasta ser ascendido por sus proezas a mariscal de campo e inspector general militar.

Tras conocer los Mossos de Escuadra, impulsa la Guardia Civil

Ya con la muerte de su padre, en 1842, se convierte en el segundo duque que Ahumada y gracias a la influencia de Narváez obtiene la misión de eliminar inquietudes y disidencias en el Ejército. Así conoce el funcionamiento de los Mossos de Escuadra, el cuerpo de seguridad que operaba en Cataluña, lo que será decisivo para su gran aportación a la historia de España.

Fue en 1844 cuando, por sus buenas labores, se le encomienda crear un cuerpo de seguridad a escala nacional que fuera profesional, sólido, duradero y que viniese a poner fin de una vez a la ineficacia demostrada por la Milicia Nacional. Con el decreto fundacional de la Guardia Civil (28 de marzo de 1844), comienza en tales tareas no sin la dificultad de imponer orden a la par que hacer un exhaustivo control de las cuentas del Estado, incapaces de pagar el salario a los nuevos agentes.

Desde la creación de la Guardia Civil, los actos vandálicos en España decrecen hasta el punto de haber más de 40.000 detenciones en solo un año

Con grandes habilidades para desempeñar su función, según los extractos de la época, crea un cuerpo militarizado y obtiene plenos poderes para elaborar una Cartilla que dotase a la Guardia Civil de una estructura que hoy en día sigue reconociéndose (reglas y uniforme, incluido). Ya a pleno funcionamiento, las labores del cuerpo son dignas de admirar y así decrece la delincuencia hasta detener a más de 40.000 bandidos entre 1846 y 1847.

En sus primeros diez años al frente, establece la Compañía de Guardias Jóvenes con la que instruye a los futuros agentes además de ayudar a huérfanos (tenía una clara voluntad paternalista, fruto de sus 14 hijos con su esposa). Méritos que le hacen honor de ser nombrado senador vitalicio o recibir las Cruces de Isabel la Católica y de Carlos III, entre otros galones.

Fin a su amistad con el presidente Narváez

Sin embargo, tras la Vicalvarada de 1854 y el cambio en la política española supone un distanciamiento de la Benemérita. Pero fue al regreso de Narváez y con este como presidente del Gobierno, cuando Girón y Ezpeleta vuelve a su posición y es nombrado vicepresidente del Senado, desde donde conoce mejor los entresijos de la política.

Ya mayor y con un acercamiento a O'Donnell en detrimento de Narváez, del que cada vez era más contrario a asumir sus órdenes por entender que este buscaba el beneficio del Ejército a través de la Guardia Civil (llegó a presentar su dimisión sin el visto bueno del presidente), Francisco Javier es relevado de sus cargos tras insubordinarse en 1866.

El duque de Ahumada tiene la mayor distinción de la Guardia Civil, otorgada post mortem

Retirado de la vida policial y cada vez más depresivo tras la muerte de su esposa, el duque de Ahumada fallece en su residencia de Madrid en 1869. En su testamento, solicitó ser enterrado con el uniforme que él mismo había diseñado y el instituto armado le correspondió nombrándole Coronel Honorario de la Guardia Civil, la máxima distinción del cuerpo.