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López Guerrero (Neurovirólogo): "Es imposible que el coronavirus se haya creado en un laboratorio"

    José Antonio López Guerrero, neurovirólogo

    Esther Esteban

    Estos días se ha convertido en una cara habitual en televisiones y medios de comunicación, tal vez porque es uno de los investigadores de primer nivel del coronavirus que explica de forma más didáctica y clara qué es y a qué nos enfrentamos en esta crisis sanitaria. José Antonio López Guerrero (Madrid, 1962), -profesor titular de Microbiología de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), donde realizó sus estudios de Biología doctorándose con premio extraordinario- es, en la actualidad, investigador, director del grupo de Neurovirología de la UAM y director del Departamento de Cultura Científica del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (UAM-CSIC).

    La entrevista se realiza -como es obligado en los tiempos que corren- telefónicamente, en la tarde del pasado domingo, con la única condición de que se haría constar la fecha de la misma ante la rápida expansión de la epidemia. Lo prometido es deuda y, de hecho, el lunes por la tarde se actualizan algunos datos en torno a los test rápidos.

    Dice que el aumento de infectados no significa que la pandemia se esté recrudeciendo, sino que el diagnóstico se hace antes y a más personas. Cree que será inevitable la restricción de movilidad entre autonomías y el cierre de empresas no imprescindibles y que el pico máximo de contagiados todavía no se ha alcanzado, pero "el virus tiene menos mortalidad de la que actualmente reflejan las estadísticas", señala. Afirma que se están haciendo pruebas con productos antivirales que han demostrado su eficacia en otros virus, que los test rápidos son baratos y efectivos, y que una vacuna contra el Covid-19 tardará aún en llegar. Teme que el sistema sanitario puede colapsar e insiste en que el calor de la primavera juega a nuestro favor porque "cada 24 horas que un virus pasa a altas temperaturas pierde el 90% de su viabilidad". Califica de deleznable "que los políticos aprovechen esta situación para sacar tajada partidista". Está trabajando desde su casa, eso sí, pero a destajo.

    Finalmente el estado de alarma se prolongará quince días más. ¿El confinamiento es la única medida eficaz si queremos ganar la batalla al coronavirus, o no?

    El confinamiento es una condición sine qua non, una condición básica que se puede complementar e intensificar con alguna otra medida adicional, como restringir toda actividad empresarial que no sea estrictamente necesaria para el mantenimiento de la viabilidad de la cuarentena. El presidente italiano ya ha anunciado esa restricción, y en España quizás tengamos que ir a ese escenario. El aumento del confinamiento dos semanas más es una medida lógica, teniendo en cuenta cómo se están desarrollando los acontecimientos.

    Cuando hacemos esta entrevista (domingo, 22 de marzo), ya hay casi 28.600 infectados y 1.720 muertos. ¿Qué riesgo hay para las próximas semanas? Sánchez ya advierte que vendrán tiempos mucho más duros...

    Yo pondría, quizás, un cero más a esa cifra de infectados. Hasta ahora se han estado haciendo test a las personas con síntomas bien manifestados, pero no a las que tenían una menor sintomatología. Además, hay personas que pueden estar infectadas sin síntomas -que es un gran porcentaje de los afectados- y esos no se han contabilizado.

    ¿Al final va a ser inevitable no sólo el cierre de las fronteras sino también el de algunas autonomías en España, como Madrid?

    Seguramente tendremos que ir a un escenario de restricción de movilidad entre las autonomías. Llevamos ya ocho días de confinamiento, y cabría esperar que, dentro de una semana, según los expertos estadísticos, debería haber un cambio de tendencia ascendente de esta curva exponencial. Cuando el presidente del Gobierno afirma que todavía están por venir tiempos muy duros es porque quizás el pico máximo de infectados antes de que la curva empiece a revertir todavía no se ha alcanzado. Además, ahora estamos haciendo test rápidos y detectando el virus en muchas más personas, y por lo tanto va a haber un incremento rápido del número de casos. Pero que quede claro que esto no significa que la pandemia se esté recrudeciendo, en absoluto.

    Un inciso, cuando dice que añadiría un cero más a los 28.600 infectados, ¿me está diciendo que se podría llegar a cerca de los 300.000?

    Yo creo que ya hemos llegado a esa cifra, pero por una cuestión meramente matemática. Italia tiene un 8% de mortalidad y España un 4% porque hasta ahora se estaba solamente cuantificando los casos a los que se le hacían el test de la PCR, y eran personas con síntomas. Ahora con estos nuevos test rápidos, que son test basados en serología más que en genoma del virus, se va a poder llegar a una mayor población y vamos a demostrar en realidad que a día de hoy no son 28.000 infectados, sino que habría que multiplicar esa cifra por 10, por 20 o por 30. Lo cual es algo más real. Pero también es una realidad que el virus tiene menos mortalidad de la que actualmente reflejan las estadísticas.

    ¿Y cómo se frena la curva?

    Hasta ahora los análisis científicos no han podido desmentir que el vehículo principal de transmisión del virus es el contacto, aéreo y físico, bien porque una persona que esté cerca de ti tosa o te contamine de forma directa vía aérea, o bien porque tocamos superficies que han sido recientemente contaminadas por personas con el virus. Si impedimos la transmisión del virus por este contacto, con confinamientos forzosos, habrá una modificación de la pendiente de la curva, y se computará a la baja la curva exponencial de crecimiento.

    ¿Por qué Alemania tiene un índice de mortalidad mucho más bajo? ¿Es por su sistema sanitario?

    En Alemania hay un 0,38% de mortalidad por varios factores: un mayor envejecimiento de la población española e italiana, porque allí las personas mayores viven solas desde mucho antes que en España -donde nuestros hijos conviven con nosotros hasta los 40 años, siguen yendo a trabajar y cuando llegan a casa infectan a sus familiares mayores. Por otro lado, en Alemania, cuando en España llevábamos solamente 30.000 test realizados, y a las personas con síntomas más graves, allí ya se hacían 150.000 test por semana. Han detectado el virus en un porcentaje mucho mayor de población, y eso hace bajar la tasa de mortalidad. En cuanto al sistema sanitario también influye: allí hay ocho camas por cada 1000 habitantes, y aquí tres, y por eso el sistema sanitario alemán dista mucho de estar colapsado como empieza a ocurrir en nuestro país.

    ¿Para cuándo una vacuna? ¿Y qué eficacia podría tener llegado el caso?

    En nuestro laboratorio estamos ensayando un fármaco antiviral que está en la primera fase de investigación, en cultivo in vitro y cuyos resultados son muy prometedores. Las vacunas están ya elaboradas, incluso hay varios prototipos aquí en España. Pero el problema es que hay que lanzarlas a personas reales, y eso lleva un proceso preceptivo de análisis clínico: fase I, fase II, fase III... En condiciones normales estaríamos hablando de años para sacar un medicamento nuevo al mercado, pero en una emergencia sanitaria como la que tenemos, esos plazos se pueden acortar.

    ¿Acortar el tiempo por debajo de un año es factible?

    Acortar esos plazos por debajo del año no es muy seguro, pero entre la seguridad que ofrece un producto no del todo testado y ver como cada día aumenta el número de muertes, lo mejor puede ser tomar una decisión draconiana. En cuanto a la efectividad de las vacunas, las hay de toda índole, y hasta que no estén en el mercado no se sabrá.

    ¿A qué se refiere exactamente con vacunas de distinta índole?

    Pues hay vacunas que, por su diseño, van a ser seguramente menos efectivas, como la que están elaborando en Estados Unidos a base solamente de una proteína del virus para vacunarnos contra ella. Hay otras vacunas que prometen más, al menos sobre el papel, y que pueden ser mucho más duraderas, como la que se está haciendo aquí en el Centro Nacional de Biotecnología, que son vacunas recombinantes, que se parecen mucho al virus que nos infecta, pero sin causar la enfermedad.

    ¿En su laboratorio qué se está haciendo exactamente?

    Tenemos un producto que no tiene nada que ver con los ya testados para otros virus. Es un producto antiviral con el que hemos demostrado su eficiencia con otro virus, y estamos a la espera de la concesión de los permisos para publicarlo. Hemos visto que el coronavirus tiene una membrana de grasa, lipídica, muy parecida al virus con el que trabajamos en el laboratorio, el virus Herpes y, al menos en cultivo, es efectivo.

    ¿Ese producto tiene algo que ver con los antivirales del Sida que también parecen eficaces?

    No, es un producto distinto que no tiene nada que ver con fármacos que ya están en el mercado, como son antirretrovirales como el Kaletra, que es un combinado de dos fármacos, o el propio Remdesivir, que es un antiébola. Además, hay otros fármacos como por ejemplo antimaláricos, que también se han visto que impiden que el virus se libere en el interior de la célula, o incluso algunos antigripales. Todo esto es porque el virus de la gripe, del ébola, el del SIDA, y otros, comparten alguna forma de mecanismos de replicación parecidos, y por ahí se está atacando. Esos son fármacos que ya están en el mercado, y además se están estudiando fármacos específicos contra las proteínas principales de este virus, como la polimerasa o la proteasa. Esos son fármacos que son de novo, específicos y esos tardan más tiempo hasta que se demuestre su eficacia y su seguridad en la población.

    ¿Al final se sabe si el Covid-19 tiene origen animal como se dijo en su día que se contaminó en los pescados y mariscos en Wuhan?

    Ahora mismo hay dos cosas que son indudables científicamente: que este virus proviene de un coronavirus de murciélago, con el que comparte más del 80% de su secuencia genómica, y eso no hay quien lo rebata, y otro aspecto que todavía falta un poco más por contrastar, que seguramente ese virus pasó por un animal intermediario, porque los primeros casos de infección por este virus, en China, se vieron cuando el murciélago estaba en hibernación y es plausible que haya un animal intermedio. Se habló del pangolín, pero no parece factible.

    Vamos que eso de que es un virus creado en laboratorio es un 'fake'...

    El virus procede de un animal, y está contrastado que no ha habido una manipulación genética en un laboratorio, o que fue creado por un loco. Genéticamente es imposible que nadie hubiera podido determinar las mutaciones que han hecho falta para que el virus se adapte a humanos. Es imposible. Solamente a posteriori se pudo comprobar unas mutaciones al azar que hicieron que el virus ganara efectividad en su entrada en la célula. Esto no se podría haber previsto bajo ningún concepto ni por ninguna mente maléfica con anterioridad.

    Dígame, ¿el sistema sanitario puede colapsar?, y ¿de verdad ante la falta de respiradores se está seleccionando quién vive y quién no?

    Se está haciendo una selección porque no hay más remedio. Yo tengo un familiar en uno de los hospitales más colapsados de España: en el de Valdemoro, y todos los días llega llorando porque efectivamente han tenido que tomar la decisión de a qué persona mayor condenaban a muerte para poder salvar la vida de contagiados más jóvenes. Cuando pase esta pandemia, muchos de nuestros sanitarios van a tener un problema psicológico grave. En cuanto a si el sistema sanitario puede colapsar, creo que sí, aunque se están tomando medidas de guerra, como habilitar grandes superficies, tipo Ifema, y eso ayudará, sin duda.

    ¿Qué eficacia tienen estos test rápidos, que en algunas autonomías se están haciendo hasta desde el coche?

    Los nuevos test rápidos que están saliendo, de estos que se hacen incluso desde el coche, no están basados en el genoma del virus, sino en antígenos, es decir, proteínas del virus, a la espera de nuevos kits serológicos. Son kits muy rápidos, alguno se podría llegar a hacer incluso en media hora, y brindan una información que en otras circunstancias sería complementaria a la genética. Estos test tienen sus limitaciones, y es que hay un gran número de casos que son falsos positivos o falsos negativos. Pero en el conjunto, para hacerse una idea de cómo está el mapa de infectados de un país, es una forma relativamente barata, rápida, y efectiva.

    ¿La primavera juega a nuestro favor?

    En todos los coronavirus que se han estudiado, cada 24 horas que el virus pasa a altas temperaturas pierde el 90% de su viabilidad. La única excepción es el Mers, que es otro coronavirus que apareció en 2012 y que está en Arabia Saudí, en sitios muy cálidos. Es un virus que pasó del murciélago al camello, pero la transmisibilidad entre humanos es muy baja. El resto de los coronavirus estudiados, en condiciones de alta temperatura, se inactivan rápidamente. Además, la presencia de días más largos y la luz ultravioleta, a los virus los destruye, porque muta su material genético y los hace inviables. Cabe esperar por lo tanto que el verano juegue a nuestro favor.

    ¿Y entonces por qué está ya en sitios cálidos como Panamá o Singapur?

    Está en sitios donde hace calor ahora, como esos que usted menciona, porque la población mundial está sin defensas contra el virus. De todas formas, los casos bajarán en verano, pero por desgracia creo que el virus ya no va a desaparecer y casi seguro que el próximo otoño-invierno empezarán a subir los casos.

    ¿Cree que Merkel acertó cuando dijo que se iba a contaminar el 70 o el 80% de la población? Hay negacionistas como Johnson o Trump...

    Angela Merkel se tomó al pie de la letra las hipótesis de los científicos, y efectivamente Johnson y Trump siguen siendo quizás los dos más escépticos y negacionistas de la situación real. Ellos se basan en que es mejor que el virus se disemine libremente y una vez que lleguemos al 60, 70% de contagio, de infección en el mundo -al igual que pasa con la gripe- el virus ya no encontrará forma de extenderse. A eso se le llama inmunidad de rebaño, y se trata de dejar que se expanda y luego controlar los casos que vayan apareciendo.

    O sea que el virus se hace menos virulento según se va adaptando al ser humano, ¿no?

    Sí. Todos los estudios en epidemiología indican que un patógeno, a medida que se extiende y se hace más frecuente en una especie, se vuelve menos virulento. Las personas que entran en contacto con el virus se vuelven, de momento, inmunes a él. No se sabe muy bien si esa respuesta inmunológica contra el virus será duradera o no, pero la idea es que una vez que entre en contacto la población con el virus, este va a encontrar menos personas vírgenes para ir infectando, y la transmisibilidad se va a modificar. A eso es a lo que se refería Merkel que es la forma más segura.

    ¿Cómo se ve desde el mundo de la investigación esa imagen de los políticos enfrentándose por recoger pequeñas migajas partidistas?

    Que los políticos se aprovechen de esta situación para sacar tajada partidista me parece deleznable. Siento vergüenza por estos políticos que no desaprovechan la ocasión ni los momentos más dramáticos de la historia de nuestro país para sacar un rédito político. Afortunadamente la ciudadanía española está muy por encima de la clase política. Ahí están los sanitarios y todos los héroes que están en primera línea, que nos están dando un ejemplo de solidaridad y de responsabilidad.