¿Freno al juego? El "impuesto dulce" que abre el debate entre salud o recaudación
- Tan sólo en Madrid hay un total de 362 locales de apuestas
- De los 45.000 millones generados, en manos de Hacienda recae un 42%
- El lobby del juego: ¿más dispuesto a ceder de lo que parece?
Adrián Argudo
"Es el impuesto más dulce para el Estado, que se obnubila por el rendimiento fiscal de esta actividad", sentencia tajante, en relación al juego, Juan Lamas, director técnico de FEJAR (Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados), para elEconomista.es, quien lleva trabajando en ludopatía desde el año 89; mientras Hacienda se defiende. Lamas ya vivió el boom de las máquinas tipo B (coloquialmente conocidas como tragaperras) y asiste ahora a una suerte de "reedición de este mal" con las apuestas deportivas. Lo que ha cambiado en este lapso de tiempo es el perfil del usuario. "Ahora hablamos de chavales de 20 en busca de un empleo y sin patrimonio; si bien un 94% de la sociedad española participa de algún juego de azar". Según datos que arroja el Estudio de Mercado de Juegos de Azar, este sector mueve sólo en España 45.000 millones de euros al año. ¿Por qué la Administración Central sí establece recursos en drogadicción? ¿Son tan fieros los tentáculos de los operadores? ¿Por qué hubo sobre aviso en la 'Operación Arcade'? A lo largo de estas líneas, desmenuzamos las particiones del pastel y responderemos a interrogantes clave, sin olvidar la parte del alma. De ese lado, Bayta Díaz, psicóloga experta en adicciones, afirma que "la mayoría piensa en el suicidio". Las asociaciones les construyen 'escafandras' para evitarlo a toda costa.
De los 45.000 millones generados en este sector, en manos del Estado recae un 42%, a través de Selae y la ONCE; el 58% restante va para el sector privado. El juego en España es, por otra parte, una actividad legal y con normativa concreta. No en vano, que esté reglada no atenúa el problema social y de salud inherente. De hecho, según APAL (Asociación Para la Prevención y Ayuda al Ludópata), se ha registrado un incremento en el número de afectados de un 23% en el último año, atendiéndose a 171 personas más o lo que es lo mismo, entre tres y cuatro casos nuevos por semana. "Preocupa especialmente el aumento del porcentaje de jóvenes, un 20% en 2018; y la consecuente disminución de la edad media; en 2007 de 42 años, y en 2018 de 35", explica Bayta Díaz, a la par que agrega Lamas que "ahora el perfil incipiente es el del chico de 20 y pocos años sin ingresos regulares, de familias normales, y jugador online o de apuestas deportivas".
"El Estado no obtiene beneficios de la cocaína y por eso ahí sí establecen medidas"
Es aquí cuando surge la primera reflexión. El diésel cuenta con un gravamen por el efecto nocivo de los coches que repercute en la sociedad y que, en consecuencia, requiere de medidas. ¿Se actúa así con el juego? "En absoluto. No existe una visión desde el punto de vista de la salud, a la que perjudica seriamente esta actividad económica. Las diferentes administraciones están encantadas con el rédito tributario", lamenta el director técnico de FEJAR y ataca al Estado, "es el primer interesado en que no se regule bien, sólo ve en el juego una forma de recaudar asombrosa, por eso no establece ayudas para los afectados. Sin embargo, de la cocaína, por ejemplo, no obtiene beneficios, por eso sí hay asistencia. Así que el peso asistencial de las personas afectadas por ludopatía es asumido por las asociaciones y los centros de FEJAR. La sanidad pública no cuenta con unidades específicas para tratar estas conductas, salvo la unidad del hospital Ramón y Cajal, que da cita a dos meses vista".
En ese sentido, profesionales como la psicóloga Díaz y las asociaciones desempeñan un rol fundamental. Son ellos quienes abrazan a las sombras que deja el juego a su paso por la sangre. "Aun siendo conscientes del daño que se hacen a sí mismos y a su entorno, no son capaces de reducir o parar la conducta. Es más, paradójicamente, en su mente la única solución para los problemas económicos derivados del juego es el juego mismo. Llega un momento en que no se juega por diversión, sino para paliar las consecuencias, 'recuperar las pérdidas'; y se convierte en algo que ocultar y aparece la vergüenza y el aislamiento. La desesperación y la culpa pueden llevarlos a quitarse la vida, incluso a los veinteañeros", ilustra la terapeuta, quien considera que la intervención grupal combinada con terapia psicológica individual es "el tratamiento más eficaz".
Por su parte, desde el Ministerio de Hacienda difieren de las opiniones precedentes. Fuentes ministeriales, alegan a este medio que "la recaudación tributaria, siendo una dimensión que tener en cuenta, no es un objetivo prioritario, sino una consecuencia de la canalización de la realidad del juego. Se anteponen la salud pública, la protección de menores o de los consumidores". Para muestra, un botón: sólo en Madrid hay un total de 362 locales de apuestas.
Hacienda se defiende: asegura que la recaudación no es la única prioridad
El juego online se legaliza en la ley 13/2011, que no sólo regulariza la situación, hasta la fecha alegal, de los operadores en aquellos momentos, sino que también abre la puerta a la publicidad. Surge así el germen de las estrategias de marketing tales como los patrocinios o los bonos. "Esta ley provocó una notable producción publicitaria y la proliferación de locales. Tengo la sensación de que no eran conscientes de las consecuencias a nivel salud que esto iba a provocar", manifiesta Bayta Díaz.
Para Lamas, la clave fue "la petición de los operadores internacionales que exigieron que se permitiera publicidad y la Administración lo permitió", si bien remarca que "la percepción que tiene la sociedad sobre esta actividad está más basada en el aspecto presencial". A partir de aquí, cada comunidad autónoma regula los locales, esto es, en los que tienen competencias. "Con miras absolutamente impositivas, legalizan todos los juegos posibles, mientras les den una tasa administrativa". Actualmente, en España hay 17 legislaciones del juego distintas. Por otro lado, desde hace un lustro, un decreto de publicidad y juego responsable duerme "en un cajón" el sueño de los justos.
Por ahí, Madrid ha decidido suspender temporalmente la concesión de licencias para abrir locales de juego y casas de apuestas. Por su parte, Cantabria obligará a que haya una distancia de 500 metros, al menos, entre estos locales y los centros educativos. En esa línea, encontramos otros pasos en pos minimizar la exposición de la oferta del juego; así en marzo de este año, Telemadrid prohibía los anuncios de juego online y casas de apuestas. El director técnico de FEJAR califica a este última como "parche", si bien admite que "es evidente que no estamos en contra de estas medidas, pero estamos convencidos de que la forma de atacar el problema es yendo a la raíz". En cualquier caso, esta prohibición fue resultado de la unanimidad de la Asamblea de Madrid, ente competente. Por eso, le extraña a Lamas el flamante aviso de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, de no permitir la apertura de más casas de apuestas. "El Ayuntamiento de la Ciudad Condal, digamos, es un tanto especial, pero no sé cómo se le ocurrió decir esto. No es competente. Ignoro si es una cortina de humo por la que está cayendo en su ciudad", manifiesta en pos de que estas decisiones se decidan desde la Comunidad, en este caso la Generalitat. Por su parte, Díaz alega que "es muy positivo, de hecho, es una de las reivindicaciones que firmamos junto a otras asociaciones de Madrid. Al igual que hay zonas de protección para la hostelería porque se entiende que el lugar está saturado y no se permite abrir más negocios, solicitamos el equivalente para el juego".
Ante la posible modificación de la normativa sobre el juego online, el Estado esgrime al elEconomista.es que "tras las elecciones del 10N, ésta será una cuestión que corresponda a las directrices de política general que determine la futura formación de gobierno"; a la par que defienden que "es necesario aprobar mediante Real Decreto la regulación de la publicidad del juego, que aún no ha resultado posible culminar por la convocatoria electoral".
'Operación Arcade'
El pasado 27 de septiembre la Policía Nacional lanzaba la primera redada en España con el fin de controlar el acceso de menores a las casas de apuestas; la llamada 'Operación Arcade'. Toda vez finalizado el dispositivo, se certificaba que en 3.000 inspecciones fueron encontrados 28 menores y 184 indocumentados. En estas cifras entra perpendicularmente un condicionante que puede rasgar el análisis: hubo sobre aviso.
"Es como si te previenen el día de antes de que en aquella carretera habrá un radar o un control. ¿Cogerán a muchos menos, no?", se cuestiona retóricamente Juan Lamas. "Estaban todos preparados. A mí, un regulador del juego autonómico me comentaba que por ley hay que avisarlo, pues bueno… Ante estos datos, tanto los operadores estatales como los autonómicos argumentan que el problema no tiene magnitudes tan grandes y que de nuestra parte generamos alarma social… De todas maneras, el tema de menores no es concienciación. Es ley. ¿A que si no tienen 18 años no conducen? Pues que tampoco entren en esto. Ahí se acaba".
Para Bayta Díaz, 'Arcade' "confirma lo que estamos observando en la asociación: los menores juegan, acceden a locales sin mucha dificultad y eso supone un riesgo, teniendo en cuenta lo impresionables que son los adolescentes y la falta de otras opciones de ocio. Sólo esperamos que no sea una operación única". Por el momento no ha habido más.
¿Un lobby (tan) feroz?
¿Cuál es la fuerza que ejerce el lobby del juego? Para Lamas, "evidentemente, presionar, presiona; y si a eso le añades la 'pasividad' de la administración…" Acaba de dar una clave primordial. Y, por ahí, llega la sorpresa. ¿Cómo son los tentáculos de los operadores? "Pues no tan feroces porque últimamente están siendo muy bien contrarrestados por la presión mediática y social", y ahonda aún más, "es que afirmo que no están en contra visceralmente de nuestras propuestas. Claramente, ellos defienden un negocio y tiene que buscar una rentabilidad y que la gente se gaste la mayor cantidad de dinero, no nos engañemos; pero están dispuestos a tomar medidas. Pero la administración no quiere definirse".
"Los operadores no muestran un rechazo frontal a restrcciones"
Según FEJAR los operadores estarían dispuestos a ceder terreno. "Ven que ya es la sociedad la que no permite este tipo de ocio. La concienciación civil y la ayuda mediática les hace dialogar. Y nos han afirmado que si hay que cumplir unas reglas, por ejemplo la ubicación de los locales, se cumplen. No hay un rechazo frontal a restricciones". De hecho, Lamas rescata para elEconomista.es un fragmento de una conversación en una comida reciente con un operador, "me dijeron que "mientras nosotros nos peleemos contra vosotros, asociaciones, la administración estará muy contenta porque se queda en el medio y se 'afeita para arriba'". Por tanto, vemos quién tiene que ponerse las pilas, a no ser que se quiera priorizar la recaudación a la salud", concluye.
Un "impuesto dulce", que provoca una realidad amarga. A la espera de un nuevo ejecutivo, ésta puede nadar en el mundo al revés, según la visión dos partes. Quizás, de momento, en este asunto esté vigente lo que escribió Goytisolo y canta Ibáñez, aquello de "un lobito bueno, una bruja hermosa y un pirata honrado".