Comedia negra en el motor japonés: BYD confía en el coche de Mr. Bean para asaltar el mercado de vehículos 'mini'
- La empresa se ha inspirado en el Austin Cooper del personaje inglés para entrar en el segmento 'kei'
- La firma prevé lanzar su nuevo modelo en 2026
- El desafío chino a la luz del sol naciente: BYD planea asaltar el mercado japonés de vehículos 'mini'
Javier Fernández Sánchez
La influencia de Mr. Bean en el humor es muy grande. El personaje, creado e interpretado por Rowan Atkinson en los noventa, consiguió saltar de la pequeña a la gran pantalla, y, con serie de dibujos animados mediante, catapultó al actor inglés al estrellato. En sus sketches, en los cuales logró forjar un estilo de comedia física muy particular, Mr Bean solía aparecer en coche: el Austin Mini Cooper. Ahora, BYD ha decidido recurrir al coche del personaje inglés para llevar a cabo una tarea que no hace ninguna gracia a compañías japonesas como Toyota: hacerse con el segmento nipón de vehículos pequeños.
BYD, firma automotriz china, tiene un plan para entrar en uno de los sectores clave del mercado automovilístico nipón. La firma tiene previsto lanzar el año que viene una serie de modelos eléctricos pequeños para competir en el segmento 'kei', un tipo de coche 'mini' muy popular en Japón. Para ello, Atsuki Tofukuji, presidente de BYD Auto Japan, ha asegurado recientemente que la empresa china ofrecerá un coche de un tamaño similar al del Austin Mini Cooper de Mr Bean.
Con este modelo, el primero en ser concebido para ser vendido en territorio extranjero antes de ser comercializado en China, BYD pretende destronar a firmas como Toyota, Honda y Nissan, compañías con gran presencia en el segmento de los coches 'kei'. Su lanzamiento está previsto para la segunda mitad de 2026.
La empresa china, que recientemente superó a Tesla en ventas de eléctricos en Europa, busca controlar un segmento que concentra el 40% de la cuota del mercado automovilístico en Japón, y cuyas comercializaciones ascendieron a los 18.000 millones de dólares. La estrategia de expansión global de BYD pasa por reforzar su posición en Asia, movimiento que requiere una posición fuerte en el mercado automovilístico nipón.
El contexto es propicio. Las automovilísticas japonesas han tenido muchas reservas en relación con la transición energética, temerosas de perder su fortaleza basada en el motor de combustión. Sin embargo, el incremento del precio de los combustibles, impulsado por factores como los elevados impuestos a la gasolina, supone una ventana de oportunidad para que BYD pueda ofrecer sus modelos 'mini', cuyo precio se espera que ronde los 17.700 dólares, es decir, el precio mínimo del mercado de coches 'kei'.
Sin embargo, el principal escollo de BYD está en la ínfima representación de los coches eléctricos en el ecosistema automovilístico nipón, pues las ventas de estos vehículos supusieron el 1% de las comercializaciones totales en 2024. Además, la fidelidad de los clientes japoneses hacia las firmas niponas es muy elevada, generando una combinación de factores que explican que las compañías extranjeras posean menos de un 6% de la cuota del mercado de coches en Japón.
Por otro lado, los beneficios de las grandes firmas automovilísticas japonesas pueden verse duramente golpeados por los aranceles de Donald Trump. Esta delicada situación puede ser aprovechada por BYD para asaltar el mercado japonés.