Le cobran más de 4.000 euros por reparar su coche sin su permiso y para colmo se lo devuelven lleno de arañazos y abolladuras
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Daniel Gordo
Lo que debía ser una reparación rutinaria se ha convertido en un auténtico calvario para Carlos Pavez, vecino de Sant Antoni de Portmany (Ibiza), que ha denunciado ante el Ayuntamiento y la Policía Local a un taller de Ses Païsses por presunto abandono de vehículo y posible mala praxis mecánica.
En julio de 2024, Carlos solicitó una grúa tras detectar una avería en la culata de su Opel Mokka y trasladarlo al taller. El encargo era claro: diagnóstico, presupuesto y, sólo con su conformidad, proceder a la reparación.
Sin embargo, durante las semanas siguientes apenas recibió información sobre el estado del coche, un síntoma de la ausencia de comunicación que marcó todo el proceso.
Factura sorpresa y daños inesperados
Ya en octubre de 2024, el taller contactó a Carlos, según informan desde ChasisCero, para comunicarle que el vehículo estaba "reparado". La sorpresa llegó al recibir la factura: 4.366 euros por piezas que incluían juntas, casquillos… y un bloque motor de segunda mano.
Peor aún, la caja de cambios, que no formaba parte de la avería inicial, había aparecido dañada tras la intervención. Carlos asegura que nunca dio su autorización formal para reemplazar este componente.
El Real Decreto 1457/1986 obliga a los talleres a facilitar detalles escritos sobre el origen, estado y garantía de los recambios, especialmente si no son nuevos. No obstante, el propietario, su abogada y un perito independiente contratado para evaluar el caso no han recibido ni un albarán, ni factura de compra de las piezas, ni hoja de encargo firmada que aclare qué trabajos fueron autorizados.
El perito, tras su inspección en octubre, confirmó la rotura de la caja de cambios y la ausencia total de documentación justificativa, reforzando las sospechas de una posible facturación de piezas no instaladas.
El conflicto alcanzó su punto álgido cuando Carlos encontró su coche en la calle, en una zona residencial de Sant Antoni, con arañazos, abolladuras y señales evidentes de impacto.
La ordenanza municipal prohíbe dejar vehículos en la vía pública sin contrato de reparación ni seguro en vigor, una norma que, según la denuncia presentada el 9 de mayo de 2025, el taller habría incumplido.
Al intentar recurrir a la Policía Local para que levantase un informe de abandono, un agente le comunicó que el taller estaba "en su derecho" de estacionar el coche en la calle, una interpretación que, de ser cierta, contraviene la normativa municipal y deja al cliente en una situación de total desamparo.
Con la paciencia al límite, Carlos ha enviado varios burofaxes al taller exigiendo la entrega inmediata del vehículo y toda la documentación pendiente, advirtiendo de que, de no recibir respuesta en breve, acudirá a los tribunales por estafa, daños y perjuicios e incumplimiento contractual.