Motor
¿Por qué la Guardia Civil revisa el color del combustible de los coches?
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En los controles en entornos rurales realizados por la Guardia Civil es bastante habitual que los agentes nos soliciten abrir el depósito de combustible de nuestro coche con el objetivo de extraer una muestra del carburante.
La maniobra realizada por la Benemérita es rápida y relativamente sencilla, ya que únicamente consiste en extraer el combustible a través de un tubo flexible o sonda y depositarlo en un envase. Este proceso no debería llevar más de unos pocos minutos, a excepción de los vehículos que tienen el depósito protegido para evitar robos.
De hecho, existen coches con conductos de combustible transparentes en el motor con el propósito principal de permitir ver de qué color es el carburante.
El motivo
Como ya hemos mencionado, esta maniobra es bastante común y tiene como objetivo asegurarse de que no se está haciendo uso de de combustibles no permitidos.
En concreto, este combustible se trata del gasóleo agrícola, un carburante que está subvencionado por el Gobierno con el propósito de ayudar a los agricultores y trabajadores del campo, quienes están autorizados a utilizarlo en función de su actividad económica.
Actualmente, el precio del litro de gasóleo en las gasolineras se encuentra en torno a 1,50 euros, lo que se traduce en entre 70 y 90 euros por depósito. Mientras tanto, el mencionado gasóleo agrícola bonificado se sitúa en 1,20 euros por litro, unos 30 céntimos más económico, lo que se traduce en 10 o 20 euros por depósito.
El conocido como gasóleo agrícola, gasóleo rojo o gasóleo B cuenta con una serie de aditivos en origen que lo hacen fácilmente diferenciable del A, el gasóleo convencional que debe ser utilizado por todos los vehículos.
La diferencia más evidente salta directamente a la vista, puesto que el color es diferente gracias a la aplicación de un tinte por parte de las petroleras que aporta un tono rojizo. Asimismo, se debe tener en cuenta que la densidad de este tinte es alta y mancha tanto el depósito como los conductos de los vehículos que lo usan aunque sólo sea una única vez.
De este modo, los agentes de patrullas de zonas rurales de la Guardia Civil, así como la propia policía local, pueden diferenciar en cuestión de segundos si un vehículo lo está utilizando o no. Además, para que sea válido en un tribunal, el gasóleo agrícola está tratado con un químico trazador que permite diferenciarlo en laboratorio, ya que sólo la diferencia de color no se validaría como prueba.
En caso de estar haciendo uso de este gasóleo agrícola estaríamos una sanción fiscal, y no de tráfico, pudiendo llegar la multa económica a la cifra de los 6.000 euros en función del dinero defraudado que se calcule. Asimismo, las gasolineras que sirvan este tipo de combustible a vehículos que no tengan permitido su uso estarán cometiendo un delito.