Motor

Probamos la tercera generación del nuevo Audi Q5: un gran salto de calidad con motores gasolina y diésel


Nacho González

Hemos probado el nuevo Audi Q5, un modelo que se posiciona como el SUV intermedio de la gama de Audi entre el Q3 y el Q6 en los modelos de combustión, y que la verdad nos ha sorprendido por la gran evolución que ha tenido con respecto a la anterior generación.

El Q5 es un modelo que sin ser el buque insignia de Audi, o tan clave para la marca como lo ha sido en su historia el A3 o está siendo los últimos años el Q3 (modelo que verá su nueva generación este mismo año) dentro del segmento SUV, ha sido uno de los modelos más importantes para la marca desde que salió al mercado en 2008 al ser un SUV de grandes características que se situaba como un referente en su segmento, y así lo avalan sus 2.7 millones de unidades vendidas al cierre de 2024.

Ahora, le ha llegado el turno de su renovación tras modelos como el A6 etron que probamos hace apenas un mes, o el recién anunciado A6 (combustión) que ha evidenciado que Audi ha bajado una marcha con la apuesta por la electrificación, y que por tanto hará que los modelos combustión y eléctricos puedan coexistir con la gama que conocemos, añadiendo el apellido etron a los eléctricos como en sus comienzos con el etron y el Q8 etron.

Pero volviendo a lo que nos atañe, hemos podido probar en diferentes carreteras el nuevo Audi Q5, tanto en gasolina como diésel, así como en sus diferentes carrocerías, sin olvidarnos de la versión más prestacional, el SQ5 con 367 CV.

Una revolución que llega desde el corazón del coche

Una de las características principales de esta nueva generación del Q5 es imperceptible a simple vista (en sensaciones os contaremos más abajo), ya que está fabricado sobre la nueva plataforma PPC o Plataforma Premium de Combustión de Audi, convirtiéndose así en el primer modelo de los cuatro aros en hacerlo.

A esto se suma que toda la familia Q5 llega con un sistema de hibridación de 48 voltios como soporte al motor de combustión, lo que ayuda a reducir emisiones y aumantar prestaciones y confort en el interior. Este motor eléctrico se centra en las maniobras y aparcamiento, más tarde llegará un Q5 híbrido enchufable que se estima tendrá una autonomía de unos 90 kilómetros aproximadamente.

Esta nueva plataforma, una tecnología híbrida en completa simbiosis, o una carrocería Sportback (tan demandada actualmente para un aspecto más coupé, la preferencia en Europa y África frente al mercado americano) de mejor aspecto que su predecesor, buscan postular al nuevo Q5 como el favorito frente a sus rivales directos, el Mercedes GLC y el Bmw X3.

Nuevo diseño y dimensiones para un SUV que busca hacerse con el trono

Entre las novedades que trae esta tercera generación, encontramos la famosa parrila singleframe que es ya un clásico (y que personalmente tanto nos gusta) de Audi junto a los faros matrix LED mejorados , lo que sumado a las dimensiones del frontal y las entradas de aire, le aportan una mayor robustez y una imagen de gran SUV que llega a hacer que de lejos, su frontal pueda confundirse con un Q7.

Pero si hay algo que comparten los nuevos modelos Audi al margen del tipo de motorización que utilizan, es la tecnología lumínica patentada por Audi, y como vimos con el Audi A5 o el A6 etron, este nuevo Q5 utiliza en la parte trasera la firma lumínica digital activa que permite avisar a otros conductores de diferentes situaciones.

En cuanto a tamaño, el Q5 ha crecido con respecto a su anterior generación, llegando a los 4,72 metros de largo, y logrando un maletero que asciende a 520 litros (515 en el Sportback) ampliable a 1.473 (1.415 en el Sportback).

En cuanto a comodidad en el habitáculo, el espacio del que disponen todos sus ocupantes es mayúsculo, y es que independientementede ir en las plazas delanteras o traseras, cinco personas de estaturas comprendidas entre 1,85 y 1,90 hemos entrado con comodidad con espacio de sobra para las piernas, algo a lo que también ayuda que con una palanca situada bajo los aisentos traseros, estos se puedan desplazar al igual que los frontales.

Un interior que mantiene la esencia de Audi pero evoluciona para adaptarse al conductor

Lo primero a destacar es el panel de botones situado en la puerta, desde el cuál podemos ahora controlar las luces, los retrovisores, asientos, cierre del coche, seguro para niños en la spuertas y ventanas traseras o las ventanas del coche.

Esta zona con multitud de botones puede abrumar en un primer momento, sin embargo, el tenerlo todo tan cerca y bien dispuesto hace que en caso de necesidad, apenas tengamos que apartar la vista de la carretera para acceder a estas funciones.

A esto se suma una pantalla curva de 11.9 pulgadas a conjunto con una pantalla central de 14,5 pulgadas, la pantalla del copiloto de 10,9 pulgadas y el Head Up Display que es ahora mucho más completo con más información de la carretera y la navegación seleccionada en el navegador.

Y sí, si te lo estabas preguntando sí, la pantalla del conductor puede reproducir series o películas, además de deportes en directo tras su acuerdo con Dazn, pero no, no podrás verlo en caso de estar situado en el asiento del conductor y estar en movimiento por su tecnología de opacidad como medida de seguridad.

Sensaciones al volante de motorizaciones diésel, gasolina y SQ5

Si nos preguntan por nuestro favorito, obviando la potencia del SQ5 y sus sensaciones al volante que hacen que parezca un RS, no podríamos elegir entre diésel y gasolina, ya que pese a que este eúltimo genera más sensación de prestacionalidad por su sonido pese a tener ambos la misma potencia (204 CV), ambos son increíblemente cómodos de conducir y de viajar como pasajero.

En carretera, tanto autopistas como carreteras de montaña o campo en mal estado, las imperfecciones o los baches apenas se notan en el habitáculo incluso a altas velocidades, algo que sumado a la buena insonorización del interior, hacen que viajar a bordo se haga muy cómodo.

Pero a esto también ayuda el sistema de cambio automático de doble embrague con siete velocidades, lo que hace que el cambio entre marchas sea al igual que las motorizaciones, algo prácticamente imperceptible, haciendo que si hay que elegir entre diésel o gasolina, sea principalmente por el consumo y la capacidad de autonomía con el depósito lleno.

Los consumos dados por la marca (y que hemos podido comprobar que a un ritmo normal incluso se reducen) son de 6,9-7,7 en el gasolina y de 5,9-6,6 en el diésel para las versiones Quattro y aumentando en 0,1 en las carrocerías Sportback.

La dirección del Q5 recuerda a las de modelos más deportivos como el A5, el A3 o incluso el TT, pues con la precisión que presenta basta con girar un poco el volante para orientar el coche, algo que se agradece en curvas cerradas de montaña o callejeando, y que se adapta según la velocidad, algo que hace que si giramos algo de más el volante a altas velocidades, este no pierda la tracción o se vaya hacia un lado.

Sus aptitudes lo convierten en un SUV idóneo y que luchará por liderar su segmento premium, sin embargo tras probarlo, hemos visto como este Q5 es apto para el off road, haciendo que esa famosa y tan de moda etiqueta SUV que muchos confunden con todoterreno 4x4 haga honor al legado de Audi, y le permita así hacer este tipo de rutas off road sin problema alguno.

En conjunto el Q5 ha sido un coche que nos ha gustado mucho y nos ha sorprendido a partes iguales, y que presenta un salto de calidad mayúsculo con respecto a su predecesor, haciendo que no solo mejore en presencia y prestaciones, si no en habitabilidad y confort a bordo.

Precios de la gama al completo

Audi Q5 TFSI de 204 CV (gasolina): 61.600 euros (63.910 euros para la versión Sportback).

Audi Q5 TFSI Quattro de 204 CV (Gasolina): 63.900 euros (66.210 euros para la versión Sportback).

Audi Q5 TDI Quattro de 204 CV (diésel): 65.250 euros (67.560 euros para la versión Sportback). *La motorización diésel únicamente etsá disponible con tracción Quattro*

Audi SQ5 TFSI 367 CV: 94.690 euros (96.930 euros para la versión Sportback).