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Esta es la temperatura perfecta para tu coche durante este invierno según la DGT

  • Elegir una temperatura excesivamente alta puede ser perjudicial tanto para el vehículo como para el conductor

Raúl Mendoza

Desde la DGT tienen muy claro cuál es la mejor temperatura para conducir durante este invierno. Descubre cuál es la cifra exacta, cuándo debes ajustar la calefacción y los beneficios de evitar temperaturas demasiado altas, tanto para el coche como para la seguridad al volante. Además, te ofrecemos otros consejos clave para disfrutar de la conducción en invierno sin multas y sin comprometer tu comodidad en estas fechas tan frías.

Montarse en el coche por las mañanas, después de que el vehículo haya estado durante la noche a temperaturas muy bajas, hace que lo primero que hagamos sea poner la calefacción a máxima potencia para caldear el ambiente lo antes posible. Sin embargo, pasados unos minutos, el coche alcanza una temperatura agradable que, en algunos casos, puede ser demasiado alta, algo que podría afectar a nuestra conducción. Es por eso, es importante saber cuál es la temperatura perfecta para tener en el coche este invierno.

La temperatura del coche, entre 19 y 22 grados

Una vez dentro del vehículo, deberemos ajustar la calefacción entre 19 °C y 22 °C. Es fundamental haber esperado unos minutos para que el motor alcance la temperatura adecuada, ya que la calefacción del coche depende de que el motor esté lo suficientemente caliente para funcionar correctamente.

Uno de los errores más comunes al utilizar la calefacción es configurarla a una temperatura demasiado alta, algo que puede ser perjudicial tanto para el vehículo como para el conductor. En el caso del coche, un aire excesivamente caliente puede acortar la vida útil del filtro de aire, haciendo que pierda sus propiedades y teniéndolo que cambiar antes de tiempo. Además, si se pone aire muy caliente nada más arrancar el motor, existe la posibilidad de que aparezca vaho en los cristales. Esto ocurre porque la diferencia de temperatura entre el interior y el exterior del vehículo es demasiado alta. Este contraste no solo resulta incómodo, sino que también puede causar grietas en la luna.

En cuanto al conductor y los acompañantes, una temperatura interior demasiado elevada puede aumentar la fatiga y ralentizar los tiempos de reacción de la persona que esté al volante, poniendo en peligro la seguridad de todos los ocupantes del vehículo.

Otros consejos para conducir en invierno

Además de conocer la temperatura ideal para el interior del coche, desde la DGT nos dan más consejos para seguir durante este invierno. El primero es evitar conducir con abrigo. Aunque al principio pueda proporcionar algo de calor mientras se calienta el habitáculo, el abrigo limita la libertad de movimientos al volante, lo que puede impedir que el cinturón de seguridad se ajuste correctamente aumentando el riesgo de sufrir el efecto submarino en caso de frenazo o accidente. Además, conducir con abrigo puede ser motivo de sanción, con una multa de 200 euros.

Otra recomendación relacionada con el aire acondicionado es orientar el flujo de aire hacia los pies. Esto se debe a una cuestión física, donde el aire caliente, al ser menos denso que el frío, tiende a subir, permitiendo una mejor distribución del calor por todo el coche. Además, en este caso hay una doble ventaja, ya que al dirigir el aire hacia la parte baja, es más complicado que los cristales se empañen.