Motor
Brembo y Michelin unen fuerzas: cuando la competencia aprieta
- Una nueva alianza tecnológica busca optimizar el frenado en todo tipo de condiciones
- Las simulaciones y pruebas en pista han demostrado una reducción de 4 metros en detenerse desde 90 km/h
- Los propios componentes entran en la carrera por los datos
Miguel García
El fabricante de frenos, Brembo, y el de neumáticos, Michelin, contraatacan el reciente anuncio de acuerdo entre Pirelli y Bosch, buscando también aprovechar las posibilidades de los sensores y de la comunicación entre neumáticos y vehículo
Quien pensara que la industria del neumático estaba arrinconada, por el origen de sus materiales, por su reciclabilidad, por las micropartículas que generan su desgaste, porque no hay mucho que mejorar… qué equivocado estaba. Han sacado de los cajones conocimientos de décadas para dar el salto a la digitalización.
Pirelli creyó que la información que sabía recoger "in situ" sobre el agarre de sus neumáticos, su evolución, temperatura y presión, debería ser aprovechada por el coche. Para ello decidió asociarse a Bosch, uno de los grandes en el campo de la regulación del chasis y de los sistemas de seguridad de los coches.
Unas semanas más tarde llega el anuncio de que Brembo y Michelin llevan tiempo trabajando juntos. Esta vez, el líder francés de los neumáticos se ha asociado con un líder en frenado. Como es de esperar, las ventajas que esperan de sus estudios se refieren a mejorar el frenado y la seguridad, pero también el confort.
Para Brembo el objetivo es modelizar el vehículo y aplicar la inteligencia artificial para afinar los sistemas de frenado, mientras que para Michelin es modelizar el neumático -lógico, y "más difícil que el propio coche", según nos contó en su momento Pirelli- y desarrollar algoritmos. Un software que podrá ser compatible con todas las marcas de neumáticos.
Más datos, mejores decisiones, incluso si son mecánicas
Lo más evidente del conocimiento "extremadamente preciso" será reducir las distancias de frenado en distintas condiciones. Según declaran, tras meses de trabajo en simulaciones y pruebas en la pista de Michelin en Clermont-Ferrand y gracias al "intercambio continuo de datos en tiempo real", han conseguido reducir en cuatro metros la distancia en una frenada de emergencia desde 90 km/h. Se trata de una comparación con los sistemas ABS convencionales. Aclaran que se trata de una mejora en distintas condiciones, se sobreentiende que también en mojado y con distintos estados de desgaste o carga de los neumáticos. Idealmente, gracias a la recogida factual de información, los equipos de ABS se adecuarán de igual manera y obtendrán la máxima mejora posible de cada situación.
De esta manera, el sistema puede ajustar la fuerza de frenado de forma precisa en cada una de las cuatro ruedas, mejorando el tiempo de reacción y la distancia de frenado. Y dado que los frenos intervienen en numerosos sistemas del control del chasis, también pueden reducir las pérdidas de tracción y mejorar la estabilidad, interviniendo incluso en la precisión de dirección del vehículo.
Funcionamiento más confortable
El segundo punto destacable es que declaran que eliminarán la vibración del pedal de freno que se desencadena cuando el ABS entra en acción. Algunos coches cuentan con una implantación de frenos que evita estas vibraciones, que algunos fabricantes estiman "informativas" para el conductor. Sin embargo, hay estudios que indican que las vibraciones en el pedal en una frenada de emergencia pueden llegar a asustar al conductor poco advertido, que deja de frenar para corregir esa situación que entiende anómala, contrarrestando la ventaja que ofrece el ABS.
Estas investigaciones aún están en una fase experimental, pero Michelin ya planea comercializar y homologar esta tecnología en los próximos años. Michelin ya dispone de tres paquetes de software capaz de proporcionar en tiempo real el desgaste, la carga y el agarre del neumático.