Motor
La inusual estafa a los seguros de coche que acabó en arresto: fingieron ataques de oso... y acabaron detenidos
- Cuatro californianos han sido detenidos por intentar estafar al seguro
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elEconomista.es
Cuatro californianos osaron estafar a sus compañías de seguros con un plan tan astuto como salvaje. El método que idearon era prácticamente infalible, aunque sus ejecutores no contemplaron que el Departamento de Seguros del estado de California contaría con un inusual detective para resolver el caso: un biólogo estatal del Departamento de Pesca y Vida Silvestre.
En la denominada operación 'Garra de Oso', cuatro personas denunciaron el pasado mes de enero daños ante sus compañías de seguros cuantiosos daños producidos en el interior de sus vehículos, todos ellos estacionados en Lake Arrowhead, una localidad montañosa californiana,. En concreto, reclamaron daños por una cantidad de 141.839 dólares. Las tapicerías de cuero, los cuadros y los salpicaderos de un Rolls Royce de 2010 y de dos Mercedes Benz, de 2015 y 2022, quedaron completamente destrozados.
Al contrario de lo que cabría esperar, los daños no presentaban las características propias de un robo o un acto vandálico. No habían robado nada de su interior, sino que simplemente había zarpazos y desgarros por todas partes. Un oso había accedido a los vehículos, posiblemente en busca de comida, destrozando por completo el interior de los coches de lujo.
Una vez denunciados los hechos, los propietarios estarían convencidos de que prácticamente tenían la indemnización metida en el bolsillo. Pero, desgraciadamente para ellos, infravaloraron las capacidades del Departamento de Seguros.
Un disfraz de oso
Para resolver la denuncia, el organismo recopiló las grabaciones de las cámaras ubicadas en los alrededores de los lugares en los que supuestamente se produjeron los asaltos. Y efectivamente, en una de ellas se pudo ver lo ocurrido. Un ser grande y peludo se introducía en uno de los coches rasgando todo el interior. Pero algo parecía extraño en las imágenes.
Con la ayuda de un biólogo del Departamento de Pesca y Vida Silvestre de California, quien revisó los vídeos, determinaron que esa criatura peluda no era realmente un oso, sino que más bien era un hombre disfrazado de oso.
Esta hipótesis fue confirmada más tarde cuando el departamento, tras ejecutar una orden de registro, encontró en una de las viviendas de los denunciantes la clave del caso: un disfraz de oso de tamaño natural, junto con una especie de afiladas garras que, en realidad, no eran otra cosa que un utensilio de cocina con el que los chefs desgarran la carne. Las supuestas víctimas fueron, en realidad, los autores de este intento de estafa.
En consecuencia, estas cuatro personas, residentes en el área de Los Ángeles, han sido detenidas.