Este gesto tan habitual en las gasolineras solo hará que gastes más dinero y estropees tu vehículo

¿Quién no ha echado algo más de gasolina cuando ya ha saltado la manguera del combustible? Si eres de ese grupo de personas, te tenemos que decir que estás perdiendo dinero. ¿Sabrías decir por qué? Conoce todo lo que ocurre cuando el depósito llega al máximo de su capacidad y las razones por las que no debemos echar esas gotas de más una vez la manguera ya ha saltado.

Todos los días nos encontramos a una gran cantidad de usuarios que pasan por las estaciones de servicio para 'alimentar' a sus vehículos con algo de combustible. A pesar de esto, y aunque parezca casi imposible, en estos lugares, al igual que en la carretera, puede haber manías por parte de un gran número de conductores que no son beneficiosas y que pueden llegar a estropear el coche.

Además de recordar que en estos lugares está prohibido fumar y utilizar nuestro teléfono móvil, como así dicen los carteles que nos encontramos en estas ubicaciones, también hay algunos gestos que no hacemos bien a pesar de llevar mucho tiempo realizándolos. Uno de estos y del que vamos a hablar hoy es el de forzar la boquilla de la manguera cuando está ya ha saltado al acabar el llenado.

Por qué no debo seguir echando gasolina cuando ya ha saltado la boquilla

Desde ya te podemos decir que hacerlo puede averiar el filtro de carbón activado del coche, estropear la pintura de tu vehículo y además estaremos gastando dinero sin llegar a conseguir ningún beneficio. ¿Y por qué ocurre todo esto? Vayamos con el principio del repostaje.

Cuando echamos gasolina, la manguera que utilizamos para ello cuenta con una válvula de seguridad que detecta cuando el nivel de combustible llega a la máxima capacidad del depósito, por lo que salta cortando el flujo de combustible. En este momento muchos conductores, vuelven a echar algo más de gasolina ya que piensan que debido a las burbujas que producen en el llenado se puede introducir algo más de combustible cuando estas burbujas desaparezcan.

Pues tenemos que deciros, que ese combustible que se vuelve a echar nunca llega al depósito. Esto ocurre porque la válvula de seguridad detecta este combustible como sobrante, ya que el depósito está lleno, y por lo tanto se desecha a partir de un conducto de desagüe que cuenta la propia manguera. Así que, el usuario estaría pagando de más por una cantidad de combustible que nunca va a llegar al depósito.

Pero esto no queda aquí porque esta manía de echar más gasolina puede llegar a estropear nuestro vehículo, en este caso, de dos maneras diferentes, una mecánica y otra estética. La mecánica se produciría debido a que, al forzar la manguera, se emitirían gases que podrían estropear el filtro de carbón activado haciendo que aumentasen las emisiones de tu vehículo y que su funcionamiento fuese irregular. Respecto a la estética, la gasolina puede llegar a desbordarse y saltar sobre la pintura del coche haciendo que esta se dañe.