Cuando pagas todo el coche, pero solo funciona lo básico
- Cuando pagas todo el coche, pero solo funciona lo básico
- Mejoran cuestiones de confort, pero también de seguridad
- Direcciones que giran más, faros con más luces, amortiguaciones más deportivas y confortables, que puedes pagar ese mes en que vayas a usarlas
Miguel García
No hará falta que tengas un Tesla para que tu coche haga cosas que creerías propias de tu móvil o tu tableta. Incluso pedirte dinero para que pueda hacerlas.
El automóvil digital y comunicante lo cambia todo. Lleva años avisando y ya está aquí. Funciona con aplicaciones como el móvil, que se actualizan sin ir a la tienda y a las que te suscribes como lo harías a una plataforma televisiva. Pero no pienses solo en videojuegos que aparecen en la pantalla u otras distracciones. Mercedes acaba de anunciar una actualización masiva que permitirá que 15 de sus modelos fabricados desde enero de 2023 (unos 200.000 coches en Europa) puedan efectuar cambios de carril automáticamente. Sus dueños no tendrán que ir al taller, porque será una actualización que se podrán descargar desde el teléfono del coche a partir de septiembre. ¿Precio? Aún no se sabe.
Algunos piensan que es una maravilla. Normalmente, pertenecen a esa generación de jóvenes casi nacidos con un móvil en la mano, que llevan años sumándose a cada actualización del sistema operativo de su iphone o android. Cada vez que lo hacen, encuentran nuevas posibilidades y funcionalidades. Aplicado al coche, consideran que pasarán los años y su coche seguirá a la última en confort y seguridad. Y no pagarán por ninguna función que no quieran o cuando no la necesiten. Incluso no pagarán por el coche y se suscribirán cuando lo necesiten.
Otra cohorte de conductores, más talluditos en general, no comprenden que compraron (porque pagaron) un coche con una serie de elementos físicos, pero que no funcionaban completamente. Considerarán que habrán pasado casi dos años hasta que el sistema de conducción automatizada nivel 2 tiene ese "algo especial" que distingue a su Mercedes del resto. No entienden que comiencen a vender coches existiendo funciones mejorables (cualquiera lo es, en realidad), cuando no con fallos, para afinarlos más adelante. Tampoco comprenden pagar por actualizar los mapas del navegador, "si Maps de Google o Apple los veo gratis en la pantalla del coche".
"Pero, ¿por qué incorporar al coche lo que tengo en el móvil?", se puede preguntar, pero habrá quien no se fíe de un smartphone, pero sí de su smart-car
Buscar ingresos recurrentes del coche
Ninguno de los dos colectivos -tecnófilos y conservadores-, suelen digerir bien cuando un día desaparecen funciones o apps de sus teléfonos. En los coches también sucederá, a veces por cuestiones legales -cuando cruces una frontera, que eso será temporal-, porque han encontrado una brecha de seguridad, finaliza cierta licencia de un tercero, o porque ha expirado el periodo de gratuidad. Sí, porque aquí esperan que resida el futuro del negocio del automóvil: el pago recurrente por poder usar serviciosavanzados del coche, no solo por el mantenimiento, que también avanzarán en este sentido.
Los servicios avanzados pueden ser del estilo del que va a liberar Mercedes, que también permite que el coche se incorpore o salga de la autovía automáticamente. ¡Pero si ya pagué todos los sensores y actuadores!, se quejará alguien. Ya, pero no se pagó el programa necesario, parte de esos millones de líneas de código que llevarán a que el 50 por ciento del coste del coche futuro venga del software.
Marketing abordo
Quizá creas que esto no va contigo. Tú quieres un coche normal. Lo tendrás. Pero un día notarás que alguien, con tu mismo coche y con los mismos faros, su haz de luz proyecta sobre la calzada un aviso de la llegada de una curva, o marcan perfectamente el carril, o iluminan un peatón que camina por el arcén. La próxima vez que en la pantalla del coche te proponga probarlo por un mes, quizá aceptes.
En el fondo, ya existía. Antiguamente, había modelos que venían dotados de fábrica con calefacción en los asientos u otras funciones, pero si no habías pagado por la opción, no tenías botón para usarlo. Con el coche digital el botón ahora es digital, un simple icono en la pantalla, que despierta posibilidades desconocidas a tus asientos.
Y, quien dice asientos, dice faros, cierre de puertas a kilómetros desde el móvil o el radar que mantiene la distancia de seguridad. Eso sí, abierta la tienda de aplicaciones, puede servir a terceros lejos del fabricante, para que te oferten también promociones externas al coche.
Por ahora, estas funciones por suscripción van asociadas al coche, como el Windows a tu ordenador. Según el país, tendrás abiertas (o cerradas) ciertas posibilidades, como en el PC. Pero también tú, como conductor, tienes tu identificador, tu ID, y en el futuro las funciones podrían ir asociadas a ti. Lo que comercialmente inventen en cada mercado. Por ejemplo, siempre que alquiles un Audi podrías tener tu acceso a radio digital, radio internet, tus preajustes favoritos y navegación de alta precisión con recreaciones 3D fotorealistas del entorno, por ejemplo. Quien dice Audi, dice BMW, o cualquier otra.
Plataformas "de monetización"
Sí, cualquier otra marca, también las generalistas. Stellantis ha hecho público que en 2025 lanzará tres plataformas tecnológicas, llamadas STLA Brain, STLA SmartCockpit y STLA AutoDrive. La nota de prensa arranca sin ambajes: "el parque de automóviles conectados monetizables crece a 13,8 millones de vehículos". Monetizables. Ya tienen cinco millones de usuarios de suscripción -piensa en flotas, alquileres por horas en núcleos urbanos y en el enorme mercado norteamericano- y esperan que escale rápidamente.
STLA Brain les permitirá desarrollar nuevas funciones en seis meses, en lugar de dos años, como hasta ahora. STLA SmartCockpit abrirá la personalización de navegación, climatización, multimedia, iluminación, ChatGPT y lo que venga. STLA AutoDrive es la base hacia los distintos grados de conducción autónoma (esperan alcanzar comercialmente nivel 3, sin ojos, ni manos, en ciertos entornos, en 2025). Tres tecnologías para obtener ingresos como antes llegaba el pago por los distintos niveles de motor y potencia, por grado de equipamiento o tipología de suspensión en coches de lujo. Con una gran diferencia: con el modelo de suscripción no se desaparece como cliente hasta el próximo cambio de coche, sino que, aunque no se compre a plazos, se sigue siendo cliente y pagando cada mes o anualmente. O eso intentan.
Por supuesto, ya se puede encontrar a ese "amigo experto" que consigue una licencia de por vida por módico precio. O el que te elimina -digitalmente, sin mancharse las manos, ni romper nada- el molesto avisador de que no llevas abrochados los cinturones (sí, todavía hay gente que los ve incómodos y peligrosos, por si cae a un río).
Sin embargo, la legislación que entra en vigor en verano para evitar los riesgos de seguridad por "hackeos" e intrusiones en el coche irá poniendo cada vez más difícil el "no pasar por caja". Eso, o conformarse con un coche que has pagado, por ejemplo, con una dirección adicional en las ruedas traseras que no giran todo lo que deberían para facilitarte el aparcamiento, si no pagas una módica suma de cuando en cuando. Seguro que, si la pruebas, te la quedas. Ofertas en tu propio coche para mejorar tu confort y tu seguridad, ¿cómo resistirse antes de un viaje?