Si aparco en una cuesta, ¿tengo que dejar una marcha metida?: así debes hacerlo
- No siempre debes confiar solamente en el freno de mano...
Raúl Mendoza
Aunque creas que el freno de mano puede con todo con el paso de los años este puede perder efectividad, por ello, y más si aparcas en una cuesta, puedes seguir un par de consejos que harán que tu coche siempre esté inmovilizado. Conócelos para utilizarlos el día que aparques en una gran cuesta.
Siempre que se aparca en una calle cuesta arriba o cuesta abajo se dice que hay que dejar puesta una marcha para acompañar al freno de mano. Pero no está claro si esto es verdad o solamente un mito. Además, también existen otros trucos para hacer que aparcar en una subida sea más seguro y exista menos riesgo de caída.
Así tienes que aparcar en una pendiente
Intentar aparcar en la calle a veces es una aventura desesperante y más si vives dentro de una gran ciudad. Por ello, antes de estacionar tu vehículo debes asegurarte de que está permitido aparcar ahí. Una vez comprobado eso y después de haber realizado las maniobras pertinentes para meter el coche, el primer consejo que te damos es girar las ruedas. ¿Pero por qué hacerlo y hacia qué lado?
Si te ha tocado aparcar en una gran cuesta esto toma mucho más sentido y ahora entenderás el por qué. En caso de que hayas aparcado cuesta abajo, deberás girar las ruedas delanteras hacia el lado del bordillo. Es decir, hacia la derecha si estacionas en ese lado de la calzada y al revés si lo haces en la izquierda. Esto se debe a que, en caso de que el freno de mano no tenga mucha fuerza o falle por algún motivo, el coche chocará contra el bordillo y será este el que inmovilice el vehículo.
En el caso contrario, si aparcamos cuesta arriba, la dirección de las ruedas debe ir en sentido contrario al lugar donde hemos aparcado. Es decir, si aparcamos en el lado derecho de la calzada, las ruedas deben apuntar hacia la izquierda. Esto es así ya que, en caso de fallo del freno de mano, las ruedas delanteras, al estar apuntado hacia fuera, la parte trasera de la rueda derecha (en este caso) será la que chocará con el bordillo.
En caso de aparcar en la parte izquierda de la calzada, habrá que apuntar con las ruedas hacia la derecha y que sea la rueda izquierda la encargada de realizar esta acción. Eso sí, asegúrate de que has aparcado cerca del bordillo para que este 'choque', entre bordillo y rueda se pueda realizar.
Una vez estacionado y con la dirección mirando hacia el lugar que toca, tira con firmeza del freno de mano, si es que no cuentas con uno electrónico y finalmente deja una marcha metida. En caso de aparcar cuesta abajo, la marcha atrás, y si lo haces cuesta arriba, la primera marcha. Para transmisiones automáticas, pon el coche en la posición 'P'. Esto añade una capa extra de seguridad debido a que, al introducir la marcha, las ruedas motrices se bloquean.