Motor
Así es como dice la DGT que debemos circular por las rotondas
- Aunque muchas veces se atraviesan como si nada, cada carril tiene su función
Raúl Mendoza
Aunque todos pensemos que sabemos circular correctamente las glorietas, son muchos los accidentes que ocurren anualmente en estas. Por ello, la DGT nos informa cómo debemos enfrentarnos a ellas, además de darnos algunos consejos para evitar todo tipo de incidentes en estas.
A pesar de que a todos los conductores nos enseñaron cómo se deben tomar las rotondas cuando nos sacamos el carnet de conducir, muchas veces las circulamos en ellas de manera incorrecta e incluso en caso de incidente pensamos que no tenemos la culpa porque nos hemos acostumbrado a maniobrar incorrectamente. Por ello, hoy vamos a repasar cómo nos dice la DGT que debemos actuar.
Para empezar, vamos a hablar de la cantidad de accidentes que se producen en estas intersecciones con forma de circunferencia y visualizar el problema real que tienen los conductores hoy en día en estas situaciones. Entre 2015 y 2017 se registraron 45.000 siniestros en rotondas donde hubo 317 fallecidos y más de 58.000 heridos. Por lo que, viendo estos datos, debemos preocuparnos por cómo debemos circular para evitar toda esta cantidad de accidentes.
¿Cómo debemos hacer las rotondas?
Ya conociendo la cantidad de siniestros que registran estas intersecciones, conozcamos cómo debemos tomarlas. Para empezar, hay que saber que la aproximación y el acceso a la rotonda son momentos críticos, en los que se producen más de la mitad de los accidentes. Debemos observar a la izquierda, adecuar la velocidad e incluso pararnos si hay alguien circulando por la rotonda. Hay que recordar que son los que ya están dentro los que tienen prioridad sobre nosotros.
Aunque no siempre es así. Sí que existen algunos casos algo más desconocidos que no siguen esta norma, como por ejemplo, cuando nos encontramos a un grupo de ciclistas. Estos nos los tendremos que imaginar como si fueran un único vehículo, por lo que en caso de que ya haya entrado el primer ciclista dentro de esta, tendrás que cederle el paso incluso si ya estás circulando por la misma. Algo parecido pasa con los vehículos de grandes dimensiones, que ocuparan el segundo carril debido a su tamaño y puede que tengamos que reducir nuestra velocidad si circulamos por la glorieta.
Una vez veamos que podemos incorporarnos, también es importante situarse correctamente. En la glorieta es obligatorio acceder desde el carril derecho siempre que esté libre y sea posible, pero en caso de que el carril este congestionado, si que está permitido entrar desde el carril izquierdo. Dentro de la rotonda deberemos circular por el carril exterior y utilizaremos los demás para adelantar. Cada carril tiene su función, no debemos tratarlos a todos de igual manera y atravesarlos como si no existieran.
Así debemos salir de las rotondas
Como mencionábamos antes, deberemos circular por el carril de la derecha, por lo que conduciremos por este hasta encontrar nuestra salida donde, utilizando el intermitente, avisaremos a los demás conductores que saldremos de la misma. En caso de estar circulando por el carril interior, queda terminantemente prohibido salir desde el carril interior de la rotonda hacia la salida, otro lugar donde se comenten muchos accidentes. Un ejemplo parecido, es cuando salimos de una autovía, donde vamos colocándonos cerca del carril de desaceleración para luego utilizarlo para salir y no salimos desde el carril izquierdo hacia la salida en el último segundo.
Por lo tanto, si vamos por el interior tendremos que circular por este carril hasta que nos podamos cambiar al exterior para más tarde salir por nuestra salida. En caso de que el tiempo se eche encima y no nos dé tiempo a cambiarnos, tendremos que realizar otra vuelta dentro de la misma para realizar esta acción correctamente. Las prisas, en muchos casos, acaban en accidente, por lo que tendremos que mantener la calma y dar otra vuelta a la rotonda para salir correctamente y no tener un accidente. Eso sí, existe una única excepción para salir por el carril interior y es cuando señalización lo permite, ya sea con una señal vertical o cuando esté pintada en el suelo.