Motor

Esta es la pieza del coche que puede romperse fácilmente al pasar por un badén

    Europa Press

    elEconomista.es

    Los badenes son uno de los elementos de la circulación que más incordian a los conductores. Colocados de lado a lado de la calzada, estos obstáculos artificiales alomados tienen por objetivo obligar a los vehículos a aminorar su velocidad al pasar sobre ellos; de lo contrario, pueden sufrir un susto en forma de brinco e incluso deteriorar su vehículo.

    Por muy buena suspensión que equipe un coche, sobrepasar un badén a una velocidad excesiva puede provocar daños sobre diferentes elementos del vehículo. De entre todos los posibles damnificados, el splitter suele ser el mayor sacrificado.

    El splitter, también llamado divisor o distribuidor, es un elemento aerodinámico presente en muchos vehículos (sobre todo en los deportivos), diseñado para mejorar el rendimiento y la estabilidad del mismo a altas velocidades. Su función consiste en separar el flujo de aire que llega por la parte delantera del vehículo en dos: la corriente que pasa por debajo de la carrocería y la corriente que transcurre por encima de ella. Con ello, busca generar una fuerza descendente para que el coche no despegue del suelo a altas velocidades. Del mismo modo, el splitter también cumple una función estética, ya que es la terminación del faldón delantero.

    Dada su posición (en el extremo inicial de la carrocería) y su altura (más baja de lo habitual), este elemento suele estar reñido con baches, desniveles, bordillos y, obviamente, con badenes. Atravesar estos elementos a gran velocidad y sin cuidado suele ser uno de los motivos principales por los que se rompen, ya que la amortiguación no logra evitar que el coche choque contra el asfalto. Por ello, quienes dispongan de esta pieza deben conducir respetando los límites de velocidad establecidos, así como prestar especial atención ante la posible presencia de badenes mediante las señales que adviertan de su presencia para evitar cualquier tipo de fricción.