¿Qué tiene este coche de GLP que desbanca a los híbridos?
- El Sandero, el coche más vendido, cuesta la mitad que el segundo, también ECO, el Toyota Corolla
- Es ECO porque pueden repostar gas GLP, pero lleva un depósito de 50 litros de gasolina para tranquilidad del conductor
Miguel García
Las cifras de ventas no engañan y la búsqueda de la etiqueta ECO en los coches es una realidad. Sin embargo, el modelo que más habrá vendido al acabar 2023 será un pequeño Dacia, que no está electrificado: manda el dinero... y no haberse dejado nada en el tintero.
El Sandero es el modelo más pequeño de Dacia y, sin embargo, es el más vendido de la marca. No suele suceder así en los fabricantes generalistas, pues por poco dinero más, los comerciales pueden ofrecen modelos un poco más grandes, de un segmento superior... y más rentables.
La legislación tampoco ayuda a los coches pequeños y, entre normativas de seguridad que obligan a sofisticado equipamiento y normas que exigen complejos equipos anticontaminantes han elevado mucho el precio mínimo de un coche. Así desapareció el Diesel de los modelos más pequeños y esta tendencia se sigue extendiendo hacia los coches grandes. Y así Dacia amplía su horizonte en el segmento de acceso. Lo hace sin un Diesel, pero con un combustible mucho más barato, el GLP.
¿Hace falta más coche?
¿A alguien le viene mal la potencia?¿A alguien le incomoda un coche más espacioso? El problema es "a qué precio". Durante años los fabricantes de coches han hablado de la espiral del peso, el empleo de materiales ligeros (y caros) para mitigar el sobrepeso de coches cada vez más equipados "porque lo demanda el cliente", suelen explicar. Como resultado, en lugar de aligerar, los coches son cada vez más pesados. Necesitan motores más potentes para moverlos y mucha más tecnología (y precio) para cumplir a la vez con la reducción de consumo y de CO2. De este modo (o comprando a marcas como Tesla sus cuotas de CO2) todos los fabricantes están logrando esquivar las carísimas sanciones por rebasar los límites impuestos por Europa. Más peso obliga a frenos más grandes, suspensiones más robustas y pesadas, todo lo contrario de la ligereza. Y con ese mayor equipamiento, con más electrónica no esencial, vienen más ensayos y coste para poder garantizar la fiabilidad.
La fórmula de la Coca-Cola... con ruedas
Dacia lleva con el paso cambiado desde que Renault decidió reflotarla hace veinte años. De hecho, no se concibió para venderse en los países de la Europa Occidental, hasta que los compradores decidieron que ese era el tipo de coche que querían. Desde 2013 es el líder del mercado de particulares en España y, desde 2017, también en Europa.
Con este arranque, debieron de darse cuenta, primero, de que la movilidad tenía que ser accesible y, segundo, que para ofrecer una buena relación calidad-precio había que reencontrar eso que es "esencial", una y otra vez, al hacer un nuevo coche, eso que espera el comprador en una sociedad que evoluciona tan rápido. Por ejemplo, ahora, ofrecer la conexión por wifi, sin cables, para disponer de Android Auto o CarPlay en el coche, sin sacar el móvil del bolsillo. La lista de equipamiento del pequeño Dacia es extensa, pero muchas otras cosas quedan al margen, esos reglajes y botones que nunca se usan, que no se sabe para qué sirven, o menús tan ocultos en las pantallas que nunca se accede ellos. Ojo, que por 800 euros también los elevalunas traseros son eléctricos, tienes antinieblas, avisadores traseros de aparcamiento, clima, una pantalla de 20 cm, retrovisores eléctricos, etc. Mucho dinero, porcentualmente, razonable en comparación con otras marcas. En tercer puntal ha sido hacerse distintivo, con un diseño que ha remozado de golpe toda la gama, buscando el aspecto SUV que se demanda y aportando una respuesta alternativa a la ecología, con el GLP.
Dacia se queda (casi) sola con el GLP
Dejando al margen las transformaciones realizadas a particulares por empresas especializadas, el grupo Renault tiene la hegemonía en la oferta de coches movidos por GLP. El grupo Volkswagen abandonó la comercialización de coches con gas natural (metano, gaseoso, no confundir con el GLP, que es propano-butano líquido). A día de hoy, Ssangyong ha lanzado recientemente el Torres, un SUV grande, Subaru tiene sus XV y Outback, y han llegado las italianas EVO y DR (a partir de plataformas chinas).
En un momento en que los fabricantes de coches abandonan los coches pequeños porque dicen que no son rentables, Dacia dice que este es su campo de juego, y lo demuestra, aplicando el GLP en sus modelos. Y creen haber aprendido tanto, que no paran de extender su idea a los segmentos superiores, los coches más grandes, con su misma filosofía: estar muy por debajo en precio a cualquier rival. Y así ofrecen un siete plazas de aspecto desenfadado por 15.000 euros (Jogger) y van a aventurarse en 2025 con un SUV grande, el Bigster.
Las ventajas del GLP
Aparte de la etiqueta ambiental ECO, la principal ventaja del GLP es el precio del combustible. Está sujeto a fluctuaciones como la gasolina, dado que viene del petróleo. Sin embargo, mientras que la gasolina ha subido un 22% respecto a 2022 (la electricidad un 45%), el GLP ha subido la mitad, un 11% en 2023.
El GLP no se vende por litros, sino por kilos, pero el precio viene a ser la mitad que si repostaras gasolina. Los kilómetros resultan aproximadamente la mitad de baratos que cuando quema gasolina. El propano se quema fácil y bien, aunque cuando el motor funciona quemando GLP, el consumo es ligeramente más alto que con gasolina, y la prestación ligeramente menor, aunque imperceptible para la mayoría. No, no es un coche de prestación elevada, sus 101 caballos son también, los justos, para un coche que no llega a 1.200 kilos.
Como en los híbridos, todo funciona de forma automática. Se conduce normal, el motor se alimenta de gas mientras reste en el depósito. Cuando se acaba el gas, automáticamente empieza a quemar gasolina, sin ningún tirón.
Tiene el problema del repostaje, pues la red expendedora de GLP está mucho menos extendida que la red de gasolineras. Mucho vehículo profesional lo viene usando desde hace décadas, de manera que siempre encuentras alguna en cualquier zona. Requiere, eso sí, previsión, tener claro dónde vas a repostar, como con un coche enchufable. Pero no habrá miedo de quedarse tirado, porque la autonomía resulta elevada, ya que se conserva el depósito de gasolina (50 litros en el caso de un Sandero).
La mayoría de los coches de gasolina se pueden transformar a GLP. Requiere un depósito adicional, un sistema extra de alimentación, con inyectores específicos en el motor, una centralita, lo que puede costar de 1.500 euros para arriba. La ventaja de Dacia es que viene de fábrica. Argumentos de un coche suficiente como para ser el más vendido. Y que, por el precio del segundo en ventas, te podrías comprar dos.