Motor

Probamos el Polestar 2, un turismo bajito, cuco y eléctrico

  • Potencia de 476 caballos y tracción a las cuatro ruedas
  • Con una conducción moderada se pueden conseguir autonomías cercanas a los 400 kilómetros

Sylvia Longás

A estas alturas del siglo XXI, en España, resulta difícil encontrar un coche con carrocería de turismo para comprar. Y más si lo que se intenta comprar es un coche eléctrico. Los SUV dominan, pero aún existen excepciones, como este Polestar 2 Long range Dual motor Performance Pack.

Desde agosto de 2023 se puede adquirir el nuevo Polestar 2, que tiene un aspecto casi idéntico al coche que se vendía desde 2020 (únicamente cambia la parrilla) si bien ha recibido muchas modificaciones, principalmente en los motores. Existen cinco versiones diferentes, que van desde los 51.700 hasta los 85.000 euros, con una potencia de partida de 272 caballos para la versión más económica, que casi se duplica (476 CV) en la versión más potente.

La versión que probamos hoy es el «Polestar 2 Long range Dual motor Performance Pack» que con el equipamiento de serie tiene un precio de venta al público de 65.400 euros. Nuestra unidad venía equipada a tope, con el «Pilot Pack» (2.500 euros) que incluye sistemas de ayuda a la conducción y faros de LED adaptativos, el «Plus Pack» (4.500 euros) que incorpora, entre otros elementos, asientos eléctricos y con memoria para el conductor, calefacción en el asiento trasero, portón trasero eléctrico, techo panorámico, volante con calefacción y equipo de sonido Harman Kardon Premium Sound, con 600 vatios de potencia, 13 altavoces y subwoofer y una opción adicional, la tapicería de cuero ventilado (4.500 €). En total nuestra unidad, con todo el equipamiento opcional, tiene un precio de venta al público de 76.900 euros.

Techo panorámico y portón trasero eléctrico en nuestro coche de prurbas.

Un 0 a 100 km/h en 4,2 segundos para el Polestar 2

Es un coche con dos motores eléctricos, 476 CV de potencia y tracción en las cuatro ruedas. Acelera de 0 a 100 en 4,2 segundos, una aceleración propia de un deportivo extremo. La batería tiene mucha capacidad, 84 kWh, y por tanto si se conduce con moderación, sin hacer uso de tanta potencia como ofrece, se pueden conseguir autonomías cercanas a los 400 kilómetros. La autonomía homologada habla de autonomías que rondan los 600 km, que si bien se puede alcanzar en condiciones excepcionales, no es una cifra en la que se pueda confiar para el uso diario.

Autonomía oficial cercana a los 600 km para el Polestar 2. En uso real se acerca más a los 400 km.

La batería de la versión más económica tiene una capacidad suficiente (69 kWh) como para recorrer unos 300 kilómetros entre recargas en condiciones normales. La autonomía homologada, que menciona más de 500 kilómetros, sólo puede conseguirse en condiciones ideales y a velocidad muy moderada. A nuestro juicio, incluso los 300 kilómetros que mencionamos pueden resultar ambiciosos en condiciones adversas, con prisa, frío y viento en sentido contrario.

Las versiones más caras, y también más potentes, tienen una batería de mayor tamaño (82 kWh, prácticamente un 15% más), incremento que no se verá reflejado en la misma proporción en el aumento de autonomía, ya que son versiones más pesadas y potentes que por tanto consumen más. Una autonomía de 350-400 kilómetros es posible, pero dependerá mucho de las circunstancias. El consumo del Polestar 2 no es especialmente bajo, y menos durante los primeros kilómetros de marcha, cuando la batería está fría.

Conducir sentada en una posición baja, cerca del asfalto, en un coche eléctrico bajito, parece anatema. Como las baterías ocupan espacio y el público se ha enamorado de los coches altos, el resultado actual de la ecuación es una oferta amplísima de SUV en coches eléctricos e híbridos enchufables y una oferta escasísima de modelos tipo turismo, los coches de toda la vida en España.

El turismo eléctrico es un "rara avis"

Es cierto que los SUV tienen alguna ventaja. La principal es que algunos resultan más cómodos para entrar y salir, especialmente para personas poco ágiles, porque los asientos quedan a la altura que corresponde para sentarse sin necesidad de agacharse. En los SUV, uno se incorpora al coche, con poco esfuerzo. En los turismos uno no se sube al coche. Se baja al coche. Y si aparcas al lado de un bordillo alto, entrar y salir puede convertirse en un suplicio.

La otra ventaja es que en muchos de ellos no hay túnel central en la zona de los pies de los pasajeros del asiento posterior, por lo que hay menos impedimentos para sentirse cómodo.

En este contexto, optar por un turismo es casi una reivindicación, especialmente cuando se trata de un coche que no es barato. La mayoría de turismos que se venden en la actualidad son coches compactos por tamaño y precio. El Polestar 2 podría considerarse compacto por tamaño, pero no lo es por precio.

Como buen turismo que es, al Polestar 2 hay que bajar para subirse. Una vez dentro, también es posible constatar que no se trata de un coche amplio. Las plazas traseras son estrechas, por lo que, salvo para recorridos cortos, no resultará conveniente para llevar a cinco pasajeros.

Asientos cómodos, pero con un tapizado algo deslizante.

Pero si sólo van cuatro, encontrarán que los asientos son cómodos, relativamente duros, que es una buena solución para que en viajes largos el cuerpo sufra menos. Los asientos del Polestar son buenos por dureza y por posibilidad de calibración. No son los que mejor sujetan del mercado, a pesar del gran pétalo dispuesto para encajonar el tronco, debido a que el tapizado es muy deslizante. En carreteras sin curvas resultan muy confortables. El respaldo se reclina hasta tropezar con la banqueta posterior.

Sensación muy agradable de conducción

El volante se regula bien en combinación con el asiento y se puede conseguir una posición de conducción baja, característica intrínseca del coche, y buena para conducir con movilidad y agilidad. En nuestra unidad de prueba, los asientos eran eléctricos y con memoria para que cada conductor que comparta el coche pueda acomodarse con solo tocar una tecla.

La suspensión es tirando a dura, como es habitual en los coches tan pesados, pero en general absorbe bien las irregularidades y no resulta incómoda. La dirección tiene una dureza adecuada y da al conjunto del coche una sensación muy agradable de conducción. Como es habitual en la actualidad, ni la dirección ni los frenos transmiten información inmediata al conductor mediante el tacto sobre lo que ocurre cuando se accionan.

Una gran pantalla situada en posición vertical es el punto de interacción principal del usuario con el coche. En teoría no hay que utilizar esta pantalla mientras se conduce, pero en la práctica en ocasiones resulta imprescindible, en especial para retocar las condiciones de climatización cuando el sol da de lleno o cuando desaparece en el horizonte.

La ausencia de ruletas y mandos separados para regular el clima dentro del coche puede resultar incómodo para los pasajeros, porque en movimiento las pantallas no resultan fáciles de utilizar, porque el dedo no es siempre tan preciso como requiere el sistema. Los mandos en el volante sirven para regular los sistemas de control de crucero y también para visualizar en el cuadro de instrumentos algunos datos del coche.

El coche está perfectamente rematado, con materiales de buena calidad y detalles cuidados. Independientemente de la vistosa combinación de colores de nuestra unidad, el interior está pensado para hacerle la vida agradable a los pasajeros. El maletero también está muy cuidado.

Ficha técnica Polestar 2 Long range Dual motor Performance Pack

Motor: eléctrico

Potencia. 476 CV

Par máximo: 740 Nm

Batería: 82 kWh

Largo x ancho x alto: 4,60 x 1,86 x 1,47 metros

Batalla: 2,73 metros

Velocidad máxima: 205 km/h

Aceleración 0-100 km/h: 4,2 segundos

Tracción: total

Autonomía eléctrica (WLTP): 591 km

Maletero: 405 a 1.085 litros

Potencia de recarga máxima en C.C.: 205 kW

Potencia de recarga máxima en C.A.: 11 kW

Tiempo de recarga del 0 al 80 % en C.C: 28 minutos

Tiempo de recarga total a 11 kW: 8 horas

Precio: 65.400 euros

Precio unidad probada: 76.900 euros