La trágica leyenda de los Hermanos Rodríguez: estrellas mexicanas de la F1 a las que asesinó el asfalto
- Ricardo y Pedro Rodríguez, las dos grandes leyendas muertas del automovilismo mexicano
- Ricardo murió a los 20 años en 1962 en un Lotus en el G.P. de México, mientras Pedro falleció en 1971 en un Ferrari en una prueba de resistencia
Miguel Ángel Linares
La Fórmula 1 disputa este fin de semana el Gran Premio de México en el Autódromo Hermanos Rodríguez de Ciudad de México. Una historia, la de los Hermanos Rodríguez, plagada de éxitos... y de muerte.
El automovilismo es un deporte que puede ser bello un momento y trágico un segundo después. Y eso mismo, la tragedia, terminó con la carrera, y con la vida, de dos de los pilotos más prometedores de los años 60 y 70, los Hermanos Rodríguez, Pedro y Ricardo, auténticos mitos en México, leyendas que dan nombre al Autódromo donde este fin de semana se celebra el G.P. de México de Fórmula 1. Esta es la triste historia de los dos ídolos del automovilismo mexicano, a los que solo hace sombra Sergio 'Checo' Pérez.
PEDRO RODRÍGUEZ (Ciudad de México, 1940; Núremberg, Alemania, 1971) y RICARDO RODRÍGUEZ (Ciudad de México, 1942-1962) eran las dos máximas leyendas del automovilismo mexicano hasta la llegada en los últimos años del hoy piloto de Red Bull 'Checo' Pérez. Sus nombres son adorados en México, no en vano dan su nombre al Autódromo de Ciudad de México, uno de los mejores del continente americano.
NATALIO RODRÍGUEZ QUIJADA, millonario empresario mexicano, dedicó gran parte de su vida a sufragar las carreras deportivas de sus dos hijos, Pedro y Ricardo. Gracias a su apoyo económico, los jóvenes pilotos mexicanos siempre tuvieron a mano, en alquiler o en propiedad, unidades de las mejores marcas del momento (Ferrari, Porsche...) con las que afrontar las muchas carreras, oficiales y extraoficiales, en aquellos primeros años de la Fórmula 1 (nacida en 1950).
RICARDO, SEGUNDO EN LE MANS. En 1958, con tan solo 16 años, Ricardo se inscribió, junto a su hermano Pedro, para disputar las míticas 24 Horas de Le Mans, pero fue rechazado por su corta edad. Pero dos años después, junto al piloto francés André Pilette, Ricardo Rodríguez logró nada menos que la segunda posición en la carrera de resistencia más influyente.
RICARDO, EL MÁS POPULAR. El joven Ricardo, a pesar de ser todavía casi un adolescente, centró todas las miradas mediáticas de México, y del mundo del automovilismo en general, por su inmensa calidad como piloto, por su carácter ganador, y por su atractivo en todos los ámbitos.
A LA FÓRMULA 1 EN FERRARI. Tal fue la fama que fue cosechando Ricardo Rodríguez carrera a carrera, que Ferrari se fijó en él para un futuro próximo en la Fórmula 1. Y de esta manera, fue invitado a correr el G.P. de Italia de 1961, aunque no pudo terminar la carrera por un problema mecánico.
'OJOS DE GATO'. Ese era el ápodo con el que se conocía a Pedro Rodríguez por su extrema habilidad para pilotar en mojado y por la noche, con lo que se convertía en un auténtico especialista para las pruebas de resistencia. Quienes vieron a ambos dijeron que Pedro era aún mejor en mojado que otro mito de la Fórmula 1: Ayrton Senna.
CARRERA CORTA... PERO EXITOSA. Pedro Rodríguez, a pesar de morir también muy joven, logró éxitos muy importantes en su carrera automovilística, con el referido triunfo en las 24 Horas de Le Mans (prueba que disputó 14 años seguidos), cuatro victorias en las 24 Horas de Daytona, 11 en pruebas del Mundial de Resistencia, dos triunfos en la Fórmula 1, con siete podios y una vuelta rápida.
SEGUNDO Y ÚLTIMO TRIUNFO EN F1. En 1970, Pedro volvió a subirse a lo más alto del podio en una carrera de Fórmula 1, y no en un circuito cualquiera: nada menos que en el G.P. de Bélgica, en Spa-Francorchamps.
Fue el último gran triunfo del campeón mexicano, que estaba a punto de revivir, o más bien 'remorir' la tragedia de la muerte de su hermano Ricardo tan solo nueve años antes.
MUERTE DE PEDRO RODRÍGUEZ EN 1971. Al igual que le ocurrió a su hermano Ricardo, Pedro Rodríguez murió en una carrera... que no debía haber disputado. En aquellos tiempos, los pilotos no tenían un contrato exclusivo con las escuderías con las que competían en Fórmula 1, por lo que tenían que hacer 'bolos' para, por ejemplo, poder pagar sus asientos en competiciones superiores. De esta forma, el 11 de julio de 1971, Pedro Rodríguez, que disputaba su segundo año en la F1 con BRM, tomó la salida en una prueba menor, las 200 Millas de Norisring, en Núremberg (Alemania). Y en medio de la carrera, el piloto alemán Kurt Hild, que circulaba a muy poca velocidad, de repente dio un giro inesperado justo en el momento en que el adelantaba Pedro a gran velocidad. Resultado: el piloto mexicano se comió el muro envuelto en llamas. Y aunque los servicios médicos le reanimaron tres veces en su traslado al hospital, a la cuarta fue la vencida, y la familia Rodríguez vivía su segunda tragedia mortal en tan solo nueve años.
LEYENDAS MEXICANAS. Con la muerte de Pedro, los Hermanos Rodríguez alcanzaron el título de leyendas tanto del automovilismo como de México, y tan solo dos años después, en 1973, el Autódromo Magdalena Mixhuca, donde Ricardo había perdido la vida 11 años antes, cambió su nombre al de Hermanos Rodríguez, donde este fin de semana se vuelve a disputar una nueva edición del Gran Premio de México.
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