Bolsa, mercados y cotizaciones
Iberdrola sube en bolsa de 6 a 8 euros en seis meses... pero aún es un 'comprar'
- Los analistas siguen apostando por este valor en cartera pese a su 'acelerón'
María Domínguez
En cosa de medio año, los títulos de Iberdrola se han disparado un 30% en bolsa. Si el 12 de octubre de 2018 cotizaban en los 6 euros, a primeros de abril rozaban los 8 euros -un máximo de once años-, y desde ahí han caído ligeramente. Por primera vez desde 2008, la eléctrica ha rebasado los 50.000 millones de valor bursátil, consolidándose como la tercera compañía más capitalizada del Ibex 35, por detrás de Inditex y Santander; hace un año era la quinta, con Telefónica y BBVA por delante.
Este subidón bursátil viene de la mano de los temores a una desaceleración, o incluso recesión, a la que el mercado lleva meses poniendo fecha. En tiempos de incertidumbre, valores como éste, defensivos, cobran atractivo; en palabras de Ángel Pérez, analista de Renta 4, "son empresas con unos riesgos relativamente bajos y ratings en algunos casos mejores que el de España, de modo que el inversor gana mucho más dinero con ellas que comprando renta fija soberana". Moody's da a Iberdrola un Baa1, la misma nota que a este país emisor.
Un beneficio que crece un 6,5% anual
Más allá de su cualidad de refugio, el propio negocio de Iberdrola tiene mucho que ver con su buen hacer en el parqué, señala el analista. En 2018 la compañía consiguió que su beneficio neto superase, por primera vez, los 3.000 millones de euros. Las ganancias del grupo han crecido, de media, un 6,7% en los últimos cuatro años, y se espera que lo hagan a un ritmo del 6,5% este ejercicio y cada uno de los dos siguientes, según las estimaciones del consenso de mercado que recoge FactSet.
Si el beneficio aumentase a ese mismo ritmo también en 2022, el grupo alcanzaría los 3.873 millones de euros dicho año. Y superaría cómodamente el objetivo que se fijó hace sólo un par de meses, cuando actualizó su plan estratégico y elevó su expectativa de ganancias: si el rango inicial iba de los 3.500 a los 3.700 millones de euros en 2022, lo subió hasta los 3.700-3.900 millones.
Desde que presentó dicha actualización de su hoja de ruta, las estimaciones de ganancias por parte de los analistas del consenso que recoge FactSet para Iberdrola han caído cerca de un 6% y de un 4% para 2019 y para 2020, pero repuntado más de un 14% de cara a 2021.
Más allá de lo que espere el consenso, la semana pasada Morgan Stanley publicaba un informe criticando el sector de las utilities, "uno de los más sobrecomprados y caros". El banco de inversión señalaba que estas compañías han perdido su momentum de crecimiento de beneficios, pero salvaba fundamentalmente a dos: a la danesa Oersted y a Iberdrola, a las que da una recomendación de compra. De la española destacaba, entre los "catalizadores positivos" de cara a los próximos meses, la posible adjudicación de varios proyectos de offshore (es decir, de parques eólicos en alta mar, donde la fuerza del viento es mucho mayor), concretamente en Rhode Island, Nueva Jersey y Francia.
Un grupo cada vez más 'verde'
El grupo está cumpliendo con el objetivo que su presidente, Ignacio Sánchez Galán, se marcó cuando lo nombraron consejero delegado en 2001: el de virar el negocio de la compañía al verde. En 2018, el 26% del ebitda (resultado bruto de explotación) de la eléctrica procedió ya de las renovables, mientras que la división de redes (dedicada a la distribución de electricidad), la más grande, generó un 52%. Por su parte, el área de generación y clientes (que incluye las nucleares y los ciclos combinados, entre otros negocios) supuso un 22%. El plan es que en 2022 las renovables pesen un 29% y las redes un 49%.
El crecimiento en renovables, que se han convertido en el sello distintivo del grupo, continuará: cuando actualizó su plan, Iberdrola anunció un aumento de la inversión total hasta los 34.000 millones de euros (desde los 32.000 previos). Y una buena porción de esta partida -el 39%, más de 13.000 millones- irá a parar a la pata de renovables, aunque la mayor parte -el 47%, 16.000 millones- se la llevarán las redes.
Si esa apuesta por las renovables fue uno de los grandes objetivos que se fijó Galán, el otro fue la internacionalización, y la compañía ha pasado de ser una eléctrica doméstica a un grupo global: en el ejercicio de 2018, el 38% del ebitda se generó en España; el 21%, en EEUU; el 19%, en Reino Unido; el 13% en Brasil y un 8% en México (el 1% restante, en otros mercados).
Un 'comprar' que dura casi un año
El consenso de analistas que recoge FactSet concede a los títulos de Iberdrola un comprar desde hace casi un año. La de Iberdrola es, de hecho, la quinta mejor recomendación del Ibex 35: solo la superan Ferrovial, ArcelorMittal, Santander y Ence.
Teniendo en cuenta el subidón bursátil que han experimentado sus títulos, la eléctrica no cotiza especialmente barata. Lo hace con un PER (número de veces que el beneficio está recogido en el precio) de 15,4 veces de cara a sus beneficios esperados en 2019, lo que supone una prima del 15% respecto a la ratio media de los últimos 15 años (a pesar de ello, tal y como se observa en el gráfico, está mucho más cerca de su PER mínimo que del máximo, ya que en determinados años ese múltiplo se disparó por encima de las 22 veces).
Con esta valoración, la española cotiza más cara que comparables como la italiana Enel, pero ligeramente más barata que Endesa y mucho más barata que la estadounidense NextEra.
Un dividendo creciente
Iberdrola tiene el compromiso de repartir entre el 65 y el 75% de sus beneficios en dividendos. De cara a este año y los próximos, el grupo prevé remunerar con, al menos, 0,351 euros brutos por acción, cantidad que irá creciendo, según los planes de la compañía, hasta alcanzar los 0,4 euros en 2022. Eso sí, sigue recurriendo al scrip (pago en acciones), aunque compra y amortiza acciones en medida suficiente para mitigar sus efectos negativos.
La compañía ha abonado ya el primero de los dos dividendos que entregará con cargo al resultado de 2018: el 5 de febrero abonó 0,151 euros y la Junta General de Accionistas ya ha aprobado el reparto de otros 0,20 euros, previsiblemente en julio, de modo que la retribución total ascenderá a esos 0,351 euros. Quien comprase los títulos de Iberdrola el pasado octubre a 6 euros se ha embolsado ya el 30% de subida en bolsa, más un 2,5% por el dividendo ya cobrado; y los dos dividendos le rentan, conjuntamente, un 5,8%.
Mejores márgenes
Iberdrola obtiene márgenes más elevados que la mayoría de sus rivales. Según las estimaciones del consenso que recoge FactSet, este año convertirá en ebit (beneficio antes de intereses e impuestos) 15,4 euros de cada cien que ingrese, superando a Enel (cuyo margen se sitúa en el 13,8%), a Naturgy (con un 11,3%), a Endesa (10,2%) y a Éléctricité de France (9,2%).
Sólo la supera NextEra, cuyo dato se dispara más allá del 30%. Los expertos pronostican que el margen de Iberdrola siga creciendo, hasta el 16% el año que viene y al 16,3% el siguiente; seguirá por encima de todas las comparables citadas (y por debajo, eso sí, de NextEra).
Entre los retos que deberá afrontar está el cambio del marco regulatorio para el sector en España aunque, según señala Ángel Pérez, de Renta 4, no se esperan grandes sorpresas negativas. El organismo responsable en este sentido ya no es el Ministerio de Industria sino la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), un cambio positivo, explica el analista, al tratarse de un organismo independiente.
La CNMC ha propuesto recortar la retribución desde el 6,5% actual al 5,58%, una caída que, de confirmarse, tendría un impacto limitado para Iberdrola, calcula Pérez, de unos 80 millones; la cifra no llega ni al 0,5% de los ingresos que obtuvo en 2018.