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El euro cae frente al dólar ante la inminente rebaja de tipos del BCE
El dólar ha recuperado vigor, especialmente frente al euro, y sube con fuerza en esta jornada animado por las expectativas que se han puesto en el nuevo plan del presidente electo Barak Obama, que se discute hoy en el Congreso de EEUU. Además, la debilidad de la divisa comunitaria se ha acentuado ante el más que probable recorte de tipos que podría decidir la semana que viene del BCE. Precisamente, la institución podría aumentar sus poderes y ampliar su papel supervisor.
En concreto, hoy el euro ha retrocedido más de un 2%, y ha vuelto a sus niveles más bajos en al menos tres semanas frente a la moneda estadounidense, para cambiarse a unos 1,37 dólares por euro.
Rebaja de tipos
Pero la moneda única no se ha depreciado sólo frente al dólar, sino que ha caído ante 15 de las 16 monedas más importantes del mundo, debido a la impresión que se ha instalado de que los tipos tendrán que retroceder todavía más. "Hay una fuerte visión en el mercado de que el euro sufrirá en 2009", señaló a Bloomberg Neil Jones, de Mizuho Corporate Bank.
Según señalan expertos consultados por Reuters, los inversores comienzan a inclinarse contra el euro por la idea de que el crecimiento europeo sufrirá más tiempo debido a que el BCE no está dispuesto a bajar los tipos de interés de forma tan agresiva como otros bancos centrales. Además, los analistas consideran que el repunte de la divisa única a finales del año pasado fue exagerado.
Por su parte, el dólar ha demostrado también su fortaleza ante al yen y se sitúa en su nivel más alto en tres semanas frente a la divisa japonesa. Un dólar se cambia a más de 93,1 yenes.
¿Un BCE con más poderes?
Ayer, el vicepresidente de la máxima autoridad monetaria de la eurozona, Lucas Papademos, reiteró ayer que el BCE hará "todo lo que sea necesario" en términos de política monetaria para estimular a la maltrecha economía europea y evitar la deflación.
Además, Papademos dijo que el BCE podría tomar la responsabilidad de supervisar las operaciones de los grandes bancos dentro de las fronteras de la eurozona, trabajando junto con los bancos centrales de cada nación.
"La UE quiere fortalecer la cooperación entre las autoridades supervisoras y adoptar la capacitación de vigilancia con las estructuras existentes. Esta opción podría funcionar a medio plazo, pero de cualquier manera, a largo plazo no es la mejor solución. (...) En dicha estructura las decisiones se tomarían de un modo central en la zona euro y serían trasladadas a las autoridades responsables nacionales descentralizadas", señaló Papademos en una entrevista a la revista de negocios alemana, Wirtschaftswoche.
"Las propuestas para fortalecer el papel del BCE a expensas de los reguladores domésticos recibirían una fuerte oposición en los capitales nacionales. Algunos políticos de la UE podrían preferir mantener la regulación bancaria del BCE en la eurozona en fijar los tipos de interés y combatir la inflación", añade el Financial Times.
Sin embargo, el rotativo indica que hay signos que apuntan que las sugerencias de Papademos podrían recibir un fuerte apoyo en el consejo del BCE. Sin ir más lejos, el presidente del organismo, Jean-Claude Trichet, ha sugerido explícitamente que los poderes de la institución con sede en Francfort sean realzados.
"El BCE podría jugar un rol particular en la coordinación de la vigilancia para las instituciones dentro de las fronteras de la eurozona, un poco como en los EEUU (la Reserva Federal)", apuntó Trichet en unas declaraciones al 'FT' hace un mes.