Bolsa, mercados y cotizaciones
Schroders: "Supongo que soy optimista, pero confío en un Brexit blando"
María Domínguez
"Esta mañana [la del jueves] puse la radio y escuché que Theresa May seguía en su puesto [tras conseguir el respaldo del Gobierno a su acuerdo para el Brexit] y pensé ¡todo está bien! Pero poco después empezaron las dimisiones y se hablaba ya de una moción de censura", relata el economista jefe de Schroders, Keith Wade, en una entrevista a elEconomista
"Hasta ahora, nuestro escenario inicial era que se llegaría a un acuerdo y, por tanto, que nos iríamos a un Brexit suave con ese periodo transitorio de 21 meses. Supongo que esa aún es nuestra visión del tema… pero la probabilidad de que así sea es del 55%... Hay un 45% de que la política vaya rematadamente mal, de que no se produzca un acuerdo", explica. "Es un riesgo bastante elevado, pero todavía tengo esperanzas, supongo que soy un optimista", añade. Wade recuerda la sorpresa con la que vivió el resultado del referéndum de junio de 2016, que causó un auténtico shock en los mercados al decidir la ciudadanía británica que quería abandonar la Unión Europea. "Como economista no podía entender por qué la gente quería marcharse de una región con la que hacíamos la mayor parte de nuestro comercio, algo, dentro de nuestras diferencias, ha sido económicamente beneficioso", comenta.
Wade recibió a este periódico en el marco de la conferencia anual que cada año organiza la gestora británica Schroders para los medios de comunicación, que se celebra este jueves y viernes en Londres, coincidiendo con un momento extremadamente delicado para el proceso de escisión del país. La sombra de un Brexit duro se alargó sobre buena parte de las ponencias, entre ellas, la del economista Azad Zangana, que señaló que, "si todo va bien, en las próximas semanas evitaremos el hard Brexit… pero no olvidemos que podemos acabar en el peor escenario". El optimismo vino de la mano de Sue Noffke, gestora de fondos de bolsa británica, que hizo hincapié en el carácter internacional de buena parte de las cotizadas del Ftse 100 como palanca defensiva ante el Brexit (ya que la devaluación de la libra que se deriva de este escenario impulsa su competitividad exterior), y se refirió al sector constructor como uno de los más atractivos por valoración. La alta exposición internacional de la bolsa británica le permitió defender este mercado pese a las modestas estimaciones de crecimiento para Reino Unido: se espera que el PIB del país crezca cerca de un 1,2% el año que viene, frente al entorno del 2% en la zona euro. "Sólo un tercio de las cotizadas del Ftse 100 tienen negocios domésticos; el resto depende más de qué ocurra en el resto del mundo, no de la economía británica", señaló.