Bolsa, mercados y cotizaciones
Las cuatro grandes amenazas que se ciernen sobre unas bolsas que parecían alcistas
- Las probabilidades de una recesión son las más altas desde 2008
Carlos Jaramillo
Después de un año 2017 en el que la complacencia absoluta era la tónica general del mercado, 2018 se está demostrando como un año muy complicado. Si en el arranque del año los analistas esperaban un ejercicio de subidas en bolsa en línea con el aumento de las ganancias y un crecimiento mundial sincronizado, la realidad se ha mostrado muy distinta y los riesgos siguen acumulándose para el mercado.
Mientras en Europa la incertidumbre política sigue lastrando a unas bolsas que han agotado la paciencia del inversor, lo cierto es que la expansión de la economía mundial se ralentiza y los riesgos se amontonan para el inversor mientras la palabra recesión comienza a aparecer en la mente de muchos.
Así las cosas, en su previsión para los mercados en el año 2019 desde UBS advierten de que aunque "los fundamentales del ciclo global siguen siendo sanos", el próximo ejercicio "presenta cuatro desafíos clave para los activos globales". ¿Cuáles son las cuatro amenazas que se ciernen sobre el mercado?
1.- Un crecimiento más débil en EEUU
Durante los últimos meses el temor a una ralentización del crecimiento global ha crecido sustancialmente y los indicadores que miden las probabilidades de una recesión en Estados Unidos han comenzado a crecer a pesar de estar todavía lejos de niveles críticos.
"La experiencia de otros ciclos muestra que las acciones tienden a ofrecer ganancias mientras la economía continúa expandiéndose por encima de su capacidad. El precio a pagar en esta etapa del ciclo es una subida en los niveles medio de volatilidad", señalan en UBS. "Los mercados continúan reflejando las preocupaciones sobre una transición a la próxima fase del ciclo [una recesión]. La razón es que la última parte del mismo es la más siniestra para los activos de riesgo, la renta fija y las divisas, por lo que incluso un pequeño cambio en las probabilidades de que se cambie de fase tiene extensas consecuencias para los retornos esperados de los activos", concluyen.
Una de las señales a las que más atento está el mercado para percibir una posible recesión es el aplanamiento de la curva de tipos, que en las últimas 7 ocasiones se ha invertido en los meses previos a una recesión y a día de hoy el interés del bono americano a 10 años solo está 24 puntos básicos por encima del del papel a 2 años.
Según datos de Oxford Economics, el modelo de la Reserva Federal de Nueva York da una probabilidad del 13% a una recesión en los próximos meses. "Este nivel sigue estando por debajo del clave del 30% que se ha roto siempre en las últimas siete recesiones. Eso sí, está en el punto más alto desde 2008", apuntan en la consultora.
2.- Un repunte de la inflación
Durante mucho tiempo los bancos centrales de todo el mundo desarrollado han emprendido políticas no ortodoxas encaminadas a intentar resucitar una inflación que se situaba en niveles muy deprimidos. Sin embargo, en Estados Unidos esta ya ha empezado a repuntar y desde UBS advierten de que "hay espacio para que haya sorpresas inflacionistas en Europa".
"La incertidumbre sobre la inflación es un gran catalizador de la prima por duración en el mercado de bonos. Por lo tanto, no es una sorpresa que los bajos niveles de inflación hasta hace poco hayan ayudado a que esta prima se mantenga más baja. E, igualmente, que se desate la prima por duración debido a una normalización de la inflación es un riesgo clave para el mercado", apuntan en UBS. Así, en la entidad helvética calculan que una aceleración de la inflación del 2% puede acabar con el ciclo del mercado.
3.- La normalización monetaria
Tras años de estímulos monetarios, el tiempo de la retirada de los mismos por parte de los bancos centrales del mundo ha llegado y, de hecho, algunos advierten de que al BCE se le está acabando el tiempo. Eso sí, un ritmo de ajustes monetarios más elevados del descontado por el mercado puede hacerle descabalgar.
"Bien sea atribuible a un ciclo que está madurando (como en Japón y en EEUU) o a unos niveles inapropiadamente bajos de tipos de interés mientras la recuperación profundiza (como en Europa y, quizás, Reino Unido) es probable que los bancos centrales ajusten aún más sus políticas monetarias en 2019", señalan en UBS. En este sentido, en el banco calculan que si las alzas del precio del dinero en EEUU superan los 125 puntos básicos podrían poner en jaque al mercado.
4.- La economía china y el yuan
Dos de los grandes sustos que se ha llevado el inversor durante este ciclo se produjeron a consecuencia de las dudas sobre china. Una devaluación repentina del yuan en verano de 2015 y las dudas sobre el crecimiento económico en el arranque de 2016 hicieron descarrilar a las bolsas.
Aunque el mercado se ha recuperado de estos sustos, lo cierto es que el crecimiento de la economía del gigante asiático es el más lento desde la crisis financiera de 2008 y 2009 y que el yuan sigue estando en los niveles más bajos del ciclo económico y los expertos creen que la moneda debe seguir depreciándose. "La clave es cuánto se depreciará y de qué forma. China debe tomar una decisión entre la estabilidad externa y el crecimiento por primera vez en 25 años. Nosotros pensamos que China elegirá la estabilidad externa y elegirá no estimular su economía de manera agresiva", apuntan en UBS.