Bolsa, mercados y cotizaciones
Buffett bendice la recompra de Apple y absuelve el "pecado capital" de Wells Fargo
- Berkshire Hathaway registró pérdidas por primera vez en nueve años
- No comprar acciones de Microsoft fue "una estupidez", según Buffett
- "Es importante contar con la persona adecuada" en referencia al sucesor
José Luis de Haro
Si el capitalismo fuera una religión, Warren Buffett sería uno de sus profetas más insignes. No sólo el octogenario acumula una fortuna de 84.000 millones de dólares sino que su poder de convocatoria sigue moviendo masas. Durante el fin de semana, más de 40.000 fervientes feligreses culminaron su peregrinación a Omaha, Nebraska, donde la Junta Anual de Accionistas de Berkshire Hathaway, el templo del que muchos apodan como el Oráculo, volvió a parecerse más al pagano festival de Woodstock que a una comunidad sacrosanta.
Entre fanáticos que adquirieron sus acreditaciones previo pago de 5 dólares en eBay y los accionistas de Berkshire, con derecho a pedir hasta cuatro por cabeza, la espera en los alrededores del Century Link Center comenzó en la madrugada del sábado. Horas más tarde, Buffett irrumpió en la sala preparado para responder a las preguntas de los allí congregados y justificar el por qué de sus inversiones.
Para romper el hielo, Apple recibió las alabanzas del inversor, sobre todo después de que su conglomerado engullese 75 millones de acciones adicionales del fabricante del iPhone en los tres primeros meses del año. Berkshire cerró 2017 con cerca de 163,5 millones de título de la de Cupertino en cartera.
"Estoy encantado de verlos recomprando acciones", dijo Buffett sobre el anuncio realizado a comienzos de la semana pasada por Tim Cook y Luca Maestri, que planean absorber 100.000 millones de dólares adicionales en títulos propios. "Somos dueños del 5%. Con el paso del tiempo, podemos llegar a tener hasta el 6% o el 7% de Apple porque recompran acciones", reconoció el multimillonario, quien matizó que tanto él como su mano derecha, Charlie Munger, de 94 años, consideran que, de momento, el fabricante del iPhone no cuenta con compañías apropiadas que comprar.
La "estupidez" de no haber invertido en Microsoft
Tras haber desecho completamente su posición en IBM, tradicionalmente el único valor tecnológico en el portafolio de inversión de la compañía hasta que Apple irrumpió hace alrededor de dos años, los asistentes a la junta de accionistas de Berkshire tuvieron una respuesta para entender por qué otras compañías como Microsoft no forman parte de sus intereses. "Estupidez en un primer lugar", reconoció Buffett, apuntando que su actual sintonía con Bill Gates, co-fundador del fabricante de software, hace difícil que se pueda incluir a la de Redmond, Washington, en su cartera, ya que hacerlo podría dar pie a posibles conflictos.
El "pecado capital" de Wells Fargo
Dando el salto al sector bancario, el Oráculo de Omaha, defendió su posición en Wells Fargo, una entidad que desde 2016 se ha visto envuelta en diversos escándalos que incluyen la creación de millones cuentas no autorizadas por sus clientes. "Fue un pecado capital", destacó Buffett quien dejó claro que ello no justifica que el banco, como compañía, "esté en inferioridad de condiciones frente a otros grandes bancos con los que compite". Cabe recordar que Berkshire cuenta con una participación de más de 29.000 millones de dólares en Wells Fargo. El octogenario también señaló que algunas de sus mejores inversiones, como American Express y GEICO, fueron compañías que cometieron errores que más tarde corrigieron.
¿Quién será el próximo Oráculo de Omaha?
Obviamente, ni Buffett ni Munger pudieron evitar omitir el asunto de la sucesión. Quién reemplazará al ídolo del mundo financiero ha cobrado cierta relevancia desde el mes de enero, cuando dos veteranos militantes y directivos de Berkshire, Greg Abel y Ajit Jain, fueron ascendidos a vicepresidentes. "Debemos tener a la persona adecuada. Podemos encontrarlo en un mes o seis meses pero es importante contar con la persona adecuada", aseguró. De todas formas los más de 60 negocios que forman parte de Berkshire rinden cuentas ya ante Abel y Jain en lugar de Buffett.
Pérdidas trimestrales para Berkshire
A sus 87 años, este inversor aún supervisa la distribución del capital de la empresa. Sus gestores de cartera, Ted Weschler y Todd Combs, supervisan cerca de 25.000 millones de dólares en inversiones mientras Buffet maneja el resto de inversiones en renta variable así como las tenencias de bonos y efectivo de la compañía.
Coincidiendo con la Junta de Accionistas, Berkshire publicó sus resultados correspondientes a su primer trimestre fiscal. La entidad registró una pérdida neta, la primera en los últimos nueve años, de 1.114 millones de dólares, o 692 dólares por acción de clase A, tras haber ganado 4.060 millones de dólares en el mismo periodo de 2017.
Este traspiés, ya aventurado por el propio Buffett en su carta anual publicada en febrero, es fruto del impacto de un cambio contable sobre las pérdidas de inversión no materializadas. El beneficio operativo del conglomerado, que excluye algunos de las cifras de inversión, aumentó hasta los 5.290 millones de dólares, 48,5% más que en el primer trimestre del año pasado.
Bitcoin, guerra comercial y el apocalipsis de la prensa
Entre otros temas que Buffett, Munger y los accionistas allí presentas sacaron a relucir también hubo cabida para bitcoin. Para el capitán de Berkshire, las criptodivisas son "una especie de juego" ya que no producen un beneficio por sí mismas, "las compras pensando que el próximo tipo va a pagar más por ellas", explicó. También hubo referencias a los fondos indexados, a ojos del inversor "la mejor forma de invertir". "Si constantemente inviertes en ellos durante décadas, harán maravillas. No hemos invertido nuestro efectivo en ETFs porque preferimos comprar empresas", aclaró.
En otros asuntos de actualidad, el Oráculo de Omaha restó importancia a las inminentes preocupaciones sobre una guerra comercial entre EEUU y China. "Tendremos desacuerdos entre nosotros. Tendremos desacuerdos con otros países sobre el comercio. Pero es demasiado grande y demasiado obvio que los beneficios son enormes y el mundo depende, en gran medida, del progreso comercial", relató Buffett, quien considera que ni Washington ni Pekín llegarán a hacer "algo extremadamente tonto". "No sacrificaremos la prosperidad mundial por las diferencias que surjan en el comercio", reiteró.
Como última nota a destacar, tanto Buffett como Munger, que han invertido en numerosos periódicos locales, consideraron que la industria de la prensa enfrenta un futuro apocalíptico. "El declive está siendo más rápido de lo que pensábamos", manifestó Munger, vicepresidente de Berkshire, mientras Buffett consideró que la gran caída en la circulación en muchos de los periódicos locales propiedad de Berkshire, no le preocupa desde el punto de vista del negocio pero sí por las consecuencias que esta tendencia tendrá en la sociedad.