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Las recompras de acciones en EEUU aumentarán este año un 23% hasta los 650.000 millones de dólares

  • Las recompras anunciadas por componentes del S&P 500 ascienden hasta los 205.000 millones de dólares
  • Las compañías tecnológicas son responsables de al menos 90.000 millones de dólares en este tipo de operaciones

José Luis de Haro

En un momento en que los resultados de las compañías estadounidenses siguen siendo sólidos, con el 57% de las empresas superando expectativas con sus beneficios y el 48% batiendo al consenso del lado de los ingresos, los inversores buscan asegurar que este crecimiento será sostenible. En estos menesteres, las recompras de acciones jugarán un papel esencial.

Sin embargo en estos momentos, las empresas estadounidenses se encuentran en lo que en la jerga financiera se conoce como "buyback blackout window", es decir, no pueden recomprar acciones propias durante un periodo aproximado de cinco semanas que suele culminar dos días después de que la presentación de sus resultados.

Esta situación, según los analistas de Goldman Sachs, llega asociada a un aumento de la volatilidad, que continuará al alza durante las próximas semanas. "Desde el 2000, la volatilidad ha sido típicamente mayor durante estos periodos de apagones en lo que a compra de acciones propias se refiere en comparación con los períodos sin este tipo de interrupciones debido a la ausencia de una demanda corporativa para respaldar los precios de las acciones", explica David Kostin, estratega jefe de Goldman en un informe.

Dicho esto, una vez se vuelva a levantar la veda, se espera que la recompra de títulos propios recupere sus brio hasta crecer en el conjunto del año un 23% hasta los 650.000 millones de dólares.

"Los fuertes flujos de capital empresariales y el impuesto único sobre la repatriación de diner en el extranjero han liberado una reserva importante de efectivo para poder recompensar potencialmente a los inversores" indica Kostin, quien recalca que en lo que llevamos de año las recompras anunciadas por componentes del S&P 500 ascienden hasta los 205.000 millones de dólares, lo que supone un aumento del 48% si lo comparamos con el mismo periodo de 2017.

Dentro de esta cifra, las compañías tecnológicas son responsables de al menos 90.000 millones de dólares en este tipo de operaciones de retribución. De hecho, las compañías de EEUU han expresado recientemente una preferencia por las recompras sobre la entrega o aumento de dividendos. Las proporciones de pago de dividendos son más bajas que la media histórica al situarse en el 35% mientras que desde Goldman estiman que los dividendos por acción de S&P 500 crecerán un 10% en 2018.

De cara al próximo año, las perspectivas sobre las recámaras de títulos propios son menos optimistas ya que el capital disponible para las mismas será menor. Entre los factores para que este escenario se materialice se incluye el fin del efecto derivado del estímulo fiscal, un debilitamiento del crecimiento económico (con un PIB que se expandirá un 2,2% según los economistas del banco liderado por Lloyd Blankfein) y una reducción del crecimiento del beneficio por acción de las compañías (12% al 5%).