Bolsa, mercados y cotizaciones

En banca se debate sobre debe y haber... PERO en banca hay


    Joaquín Gómez

    En banca se cuenta un chiste. Un paisano llega a la oficina con un extracto en el que pone 'debe' y 'haber'. El paisano se dirige al director de la oficina, y le espeta de forma desafiante: "No, no. No debe haber... Aquí hay". La banca lleva ya muchos meses en la cabeza de los inversores por la expectativa de subidas de tipos, pero la realidad es que sigue cotizando barata si se tiene en cuenta que por la media de entidades europeas se desembolsan poco más de diez años de beneficios. La subida de tipos no es todavía un acelerador de las cotizaciones, como tampoco son las operaciones corporativas... que llegarán (como la subida de tipos en 2019).

    Hasta ahora las operaciones corporativas han sido rescates de barcos hundidos o a la deriva (Santander-Popular o Bankia-BMN). El año que viene, cuando se calienten los positivos efectos de las subida de tipos, habrá algo más que literatura. Mientras tanto, Bankia contará por días cuánto se acerca al precipicio. La necesidad del Estado de vender a finales de 2019 es una losa que cada vez pesará más en su acción, y que conduce irremisiblemente al farolillo rojo de las recomendaciones del Ibex 35 (de la banca ya lo es). ¿Para qué va a comprar títulos de Bankia un gestor de fondos si sabe que, al menos, quedan media docena de colocaciones en 633 días de calendario?

    Bankia cuenta con una desventaja todavía para ese imposible que es una fusión con quien mejor encaja, BBVA, mientras tenga al Estado en su accionariado. ¿Cuántos gestores venderían los títulos del banco vasco si se produjese la fusión? Si la incertidumbre electoral mexicana en BBVA supone tocar el freno, una mínima nacionalización, aunque fuese con compromiso inmediato de salida, sería echar el freno de mano.

    Todo lo que no aporta Bankia a una fusión es lo que sí tiene Liberbank. La entidad presidida por Manuel Menéndez ha resucitado tras la ampliación de 2017, cuando los lobos (sobre todo Caixa y Santander) se la quisieron comer. Los bajistas no lo fueron, aunque podrían haberlo hecho con los días, y por eso se produjo la prohibición de cortos de la CNMV. Aunque en esa decisión también estaba que el ataque no llegase al Sabadell. Se puede cuestionar el intervencionismo del regulador, pero lo que también comparten muchos es que si no tuviésemos a Sebas- tián Albella y hubiese habido otro presidente ahora habría algún banco menos independiente, además de Popular.

    Liberbank, aunque cotiza con bastante descuento frente al valor en libros de Unicaja, puede pelear una ecuación algo más equilibrada con la entidad andaluza. Una fusión entre ambas permitiría que las fundaciones de Unicaja reduzcan el control de la entidad antes del 2020 sin vender. Lo mismo ocurriría con Ibercaja, y el triunvirato daría como resultado el líder de la banca de la España peninsular, salvo en Galicia, País Vasco, Cataluña, Valencia y Madrid.