Bolsa, mercados y cotizaciones
'Kintsugi' para Inditex y Bankia, y no para Abertis
Joaquín Gómez
Hay una técnica de reconstrucción de cerámica japonesa, el kintsugi, cuya filosofía es demostrar que las roturas y reparaciones forman parte del objeto. Al final, le dan más vida. Por el taller bursátil español tenemos tres actores que se han sometido a su particular kintsugi, con desigual resultado.
Inditex esta semana ha hecho oficial lo que ya era oficioso, que los márgenes brutos continúan deteriorándose, y ahora habrá que ver si el 17 por ciento del 'ebit' es un suelo. La compañía se enfrenta a un nuevo escenario de integración de venta 'online' y física, en el que la tienda se ha convertido en un operador logístico. Las heridas de la guerra de la distribución están abiertas, pero Inditex les ha puesto sutura al hacer púbico su porcentaje de vente online: un 10 por ciento. No para venirse arriba, pero sí como para pensar que es una cifra aceptable en poco más de un lustro. Los tiempos de excesos en Inditex se han acabado, y la época de pagar multiplicadores muy por encima de los del mercado también, pero el castigo puede ser desmedido porque el título, según Goldman, está cotizando como si el margen ebit hubiese caído al 12.
Bankia, que se encamina a las últimas posiciones de la Liga Ibex de 'elEconomista', tiene su 'kintsug¡' en su nuevo plan estratégico. La entidad cuenta con un exceso de capital y una rentabilidad baja que le lleva a mejorar la retribución al accionista como mayor atractivo. El jarrón que se rompió en la crisis inmobiliaria española en infinitas piezas, que parecía irreconstruible, tiene la apariencia hoy del resto de bancos, pero con menor atractivo bursátil. Para mal mayor, la malinterpretación y difusión de que Goiri-golzarri cree que BBVA y Bankia encajarían, pone un desafortunado cartel de venta al banco hoy menos atractivo del Ibex. Una venta, además, poco encajable porque el comprador ni está interesado, ni sus acciones pasan por un buen momento para un canje en papeles (la ampliación ni pasa por la cabeza). ¿Cómo se interpretaría que el Estado tuviera una participación entre el 10 por ciento y el 15 por ciento y se convirtiera en el principal accionista del segundo banco privado español? Si BBVA ya tiene hoy una complicada papeleta frente al Santander por el castigo que le pone el mercado por la posible victoria de López Obrador en México, la opción de una fusión con Bankia castigaría más al título.
Donde no parece que el 'kintsugi' vaya a arreglar nada es en Abertis. Si la CNMV no pone ninguna objeción a que el acuerdo entre ACS y Atlantia no contraviene el espíritu de la ley de opas, el jarrón bursátil que es Abertis se romperá en mayo y junio, y nunca más se juntarán sus piezas. El problema será para los millares de accionistas que vivían del dividendo, que han generado fuertes plus- valías, y se verán obligados a la venta forzosa. Montoro y la sociedad ganan sin querer. Entre un 19 por ciento y un 23 por ciento.