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Los inversores asiáticos 'devoran' la deuda española: la rentabilidad de las letras toca niveles históricos

  • El Tesoro cobra por letras a 12 meses más que el BCE por los depósitos
  • Con la subida de 'rating' de Fitch, España ha entrado en el radar

Isabel Blanco

Los grandes inversores institucionales están devorando la deuda española. Hasta el punto de que ya están dispuestos a aceptar en una subasta una menor rentabilidad por comprar letras españolas a 12 meses que el tipo que ofrece el BCE por aparcar el dinero en sus depósitos, la alternativa más líquida y segura. Y no es casualidad que ocurra justo en este momento.

El Tesoro Público captó este martes 4.005 millones de euros a través de una subasta de letras a 6 y 12 meses, y en estos últimos títulos la rentabilidad marginal (la máxima que se llegó a pagar) retrocedió al -0,415%, un nuevo mínimo histórico que se sitúa por primera vez por debajo el -0,40% con el que penaliza el BCE sus depósitos –la media ya fue inferior en enero–. ¿Qué tipo de inversor es el que está dispuesto ahora a pagar más por la deuda española a un año?

En gran medida, aquellos que precisamente no pueden acceder a estos depósitos del BCE. Fuentes del Tesoro destacan que están percibiendo una mayor demanda de inversores asiáticos, directamente relacionada con la subida de calificación crediticia que recibió España el pasado enero. La mejora de rating de Fitch, hasta A-, ha situado a la deuda del país en el radar de importantes inversores institucionales asiáticos que necesitan comprar deuda en euros con alta calificación.

La deuda española se ha convertido en un activo atractivo para diversificar la cartera y reducir la exposición a bonos alemanes y franceses al regresar a la familia de rating A. En el caso de los bancos centrales asiáticos, al intervenir en el tipo de cambio deben conservar un cierto porcentaje de sus tenencias en euros. Por ello, deben ir renovando su cartera de activos tras los vencimientos si quieren mantener el euro frente a su divisa en un cierto nivel. Y es aquí donde entra en juego en este momento la deuda española. "Ahora pueden diversificar mucho más su riesgo, tener menos bonos alemanes y más letras españolas", señalan fuentes del Tesoro. El apetito se está viendo, sobre todo, en la deuda a corto plazo, donde es más difícil un default. Según las estadísticas del organismo, la tenencia de inversores no residentes en letras supera el 71%.

Pero el mercado va más allá. Fuentes del organismo emisor aseguran que ya se estarían anticipando mejoras de otras agencias de calificación este año. La primera en revisar el rating será Standard & Poor's el próximo 23 de marzo, y si decide elevarlo en esta primera ocasión España ya entraría en el radar de algunos fondos más conservadores que necesitan que al menos dos agencias sitúen la calificación en el universo A. Es decir, nuevos potenciales inversores que devorarían la deuda española ya que ofrece una mayor rentabilidad que otras de similar calidad.

Por estos motivos, fuentes del organismo emisor coinciden con algunas entidades al esperar que "este año el diferencial con Alemania se vaya comprimiendo y que eso compense de alguna forma la subida generalizada de tipos a medida que el BCE vaya cambiando su política". Desde que arrancó el año, la prima de riesgo española se ha estrechado 38 puntos básicos, hasta situarse este martes en los 76 puntos.