Bolsa, mercados y cotizaciones

La CNMV y BME toman medidas para evitar que el 70% de deuda corporativa de firmas españolas se emita fuera

  • El supervisor agilizará y eliminará procesos a la hora de verificar emisiones
  • La gestora de la bolsa modificará sus tarifas para favorecer el registro de folletos

Isabel Blanco

Es una cuestión de inercia. La mayoría de compañías españolas tiene la costumbre de salir a emitir deuda fuera de España, habitualmente en las plazas de Dublín, Frankfurt o Luxemburgo. Con la intención de romper con esta dinámica, que no solo es propia de España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha mantenido reuniones con emisores, intermediarios y asesores con el fin de identificar problemas que puedan solucionarse para que haya interés en volver a probar a emitir en España.Tras estos encuentros, el regulador cambiará procedimientos internos para agilizar los trámites e intentar que las cifras cambien.

A ello se unirá también la gestora de la bolsa española. "En paralelo a estas medidas, BME va a modificar sus tarifas, a partir del próximo 1 de enero, para favorecer el registro de folletos en el mercado de valores español", ha explicado en un comunicado.

El año pasado, un 70% de las emisiones de deuda corporativa de empresas españolas se llevó a cabo en el exterior. Este porcentaje es inferior si se incluyen las operaciones de entidades financieras, ya que típicamente las cédulas y las titulizaciones se realizan en el mercado doméstico. Entre 2010 y 2016, el dato medio se queda en el 60,7% de emisiones de firmas nacionales listadas fuera si se incluye a la banca. Esta proporción está en línea con el dato de Alemania e Italia (del 65,3% y del 63,8%, respectivamente), por debajo del de otros países como Holanda (96,5%) y es superior a otros como Francia (52%), según datos del regulador.

En general, la CNMV reducirá los tiempos al realizar un menor grado de revisión y evitará procedimientos que solo se hacen en España. Siempre hablando de emisiones dirigidas a institucionales. Por ejemplo, no se exigirá información estadística sobre el tipo de inversor que la suscribe y no se revisará con anterioridad a la colocación las condiciones finales de emisiones que estén dentro de un programa ya anunciado.

Por otro lado, se rebaja a tres días la remisión de comentarios de condiciones finales y a dos días en el caso de comentarios posteriores. Y se verificarán los requisitos de admisión en dos días, mientras que la normativa permite hasta diez. Además, habrá cambios en procesos internos. Por ejemplo, se verificará todos los días laborables (antes solo los martes y jueves).

Fuentes del supervisor aseguran que no se ha quedado ningún problema planteado por las entidades sin solucionar. Y que la fiscalidad y las tasas no son temas que hayan transmitido los emisores. Desde el supervisor confían en que hay compañías con interés en volver a probar a emitir en España, aunque creen que la clave estará en que los asesores también se impliquen. También existaría la posibilidad de que se hagan emisiones duales, listadas en dos países, algo a lo que ya ha recurrido alguna compañía.

"Estas dos acciones combinadas [de la CNMV y BME] ayudarán a configurar al mercado de valores español como uno de los más competitivos de Europa", aseguran desde BME. Y es que la idea también es que empresas europeas emitan en España.

Las medidas para converger hacia otros modelos europeos suponen adelantarse a una normativa de la UE que se aplicará a partir del 21 de julio de 2019. Se trata de un nuevo Reglamento de Folletos, con el que, desde ese momento, desaparecerá la directiva actual que cada país traspone a su manera. Se homogeneizarán las normas para todos los países de la UE.