Bolsa, mercados y cotizaciones
El euro sigue de resaca de las elecciones francesas: cae y pierde los 1,09 dólares
- La moneda ya ha perdido todo lo que ganó la semana previa a las elecciones
- El mercado se centrará ahora en el rumbo de la política monetaria
Víctor Blanco Moro
La divisa europea no ha conseguido superar los 1,10 dólares y continuar con su ataque a los 1,17: ha vuelto a 1,08 dólares, aguantando sólo seis sesiones desde noviembre por encima de los 1,09. El euro ya pierde casi un 1% frente al dólar durante las dos sesiones posteriores a las elecciones en Francia.
Quien esperaba que el euro viviese un rally alcista por el resultado de los comicios en Francia se habrá llevado una decepción. La semana previa a las elecciones, la moneda europea sumó casi un 1% de revalorización frente al dólar estadounidense por la esperanza de que Marine Le Pen, candidata antieuropeísta, saliese derrotada en las urnas.
Sin embargo, una vez terminó el evento, el lunes, tanto las bolsas como la moneda europea vivieron una resaca electoral que ha continuado el martes: el euro ha perdido en dos sesiones todo lo ganado la semana pasada, y ahora cotiza en los precios en los que cerró abril.
Una vez superado el miedo a Le Pen, el mercado parece haberse relajado, llevando a cabo una nueva evaluación de la situación. El factor político está fuera de la mesa y ahora, muchos expertos destacan que los inversores van a volver a centrarse en las decisiones y las políticas monetarias de los bancos centrales.
La atención se desvía al BCE
Desde Henderson Global Investors, Tom Ross, gestor del fondo Henderson Credit Alpha, explica que "el riesgo político en Europa parece haber quedado en segundo plano, al menos durante los meses estivales. La atención ahora se va a centrar en la retórica de los bancos centrales y, en cuanto a las carteras europeas, en cualquier declaración del BCE o de Mario Draghi sobre el final de la relajación cuantitativa y sobre el programa de compra de bonos corporativos".
En este frente, hay que tener en cuenta que la política monetaria estadounidense está más avanzada que la europea, en lo que respecta a normalizar la situación: EEUU ya ha subido tipos tres veces desde diciembre de 2015, mientras en la eurozona, Mario Draghi aún se resiste a reconocer oficialmente que la situación ha mejorado, y que sus medidas pueden empezar a revertirse. En primer lugar, el Banco Central Europeo -BCE- debe terminar con el programa de compras de deuda -QE- para poder empezar a plantearse subir tipos.
Sobre lo primero, hay expertos que apuntan ya a este año. Es el caso de Axel Weber, expresidente del Bundesbank, y actual presidente de UBS, quien ha declarado en una entrevista a Bloomberg que espera del BCE que "en junio cambien su discurso sobre la situación, y que en septiembre anuncie probablemente que van a desmantelar paulatinamente el programa, algo que exigirá entre seis y nueve meses de 2018".
Eso sí, según una encuesta de la agencia realizada la penúltima semana de abril a más de 40 analistas, habrá que esperar al año que viene para que empiece el desmantelamiento del programa.