Bolsa, mercados y cotizaciones
Apple hace un guiño a Trump y apuesta 1.000 millones de dólares por las manufacturas avanzadas de EEUU
José Luis de Haro
Apple es la última compañía en sumarse a las inversiones que apuestan por reforzar la actividad manufacturera de Estados Unidos. Decisiones que muchas empresas patrias han realizado tras las presiones procedentes de la Casa Blanca, donde el presidente Donald Trump busca cumplir con su promesa de hacer regresar millones de empleos a las fábricas del país. De momento, la compañía de Cupertino parece estar dispuesta a aportar su granito de arena a la causa con la creación de un fondo por valor de 1.000 millones de dólares para inventor en empleos "manufactureros avanzados".
Un anuncio que el propio consejero delegado de la compañía confirmó durante su intervención a última hora del miércoles en el programa Mad Money de la CNBC. Según su explicación, inversiones como la que planea el fabricante del iPhone pueden desatar "un efecto dominó" dentro del mercado laboral. Desde su punto de vista, los empleos manufactureros que se generen a través de su fondo también crearan nuevos trabajos dentro del sector servicios.
Las "manufactures avanzadas" suelen estar relacionadas con la fabricación de productos tecnológicos avanzados o la mejora del proceso con los que ciertos productos son creados. Apple acompañó el anuncio con una nueva página web laboral, donde la compañía de la manzana resalta los cerca de dos millones de empleos directos e indirectos que Apple genera en EEUU.
Los 1.000 millones de dólares que destinará la empresa a estos menesteres son una mínima fracción de su descomunal caja, que supera ya los 256.000 millones de dólares, es una inversión simbólica que congenia con las promesas de Trump durante su campaña electoral. El republicano incidió en más de una ocasión en que forzaría a la de Cupertino a fabricar sus ordenadores y iPhone en EEUU en lugar de otros países.
Una situación lejos de materializarse, sobre todo por la compleja red internacional de manufacturas que Apple, con una amplia presencia en China, pero que ofrece a Apple un escudo contra la Casa Blanca en el caso de que Trump volviera a señalar la falta de interés de la compañía por fomentar el desarrollo y fabricación de productos en suelo estadounidense. Apple no es la única empresa que ha tomado medidas en este sentido. Otras, como Intel, también están dispuestas a incrementar sus operaciones manufactureras en EEUU.
A cambio, tanto Apple, como Intel y otras grandes tecnológicas acabarán por beneficiarse de la propuesta fiscal del presidente de EEUU, que de pasar el escrutinio del Congreso en su forma original, algo poco probable, reducirá el impuesto de sociedades hasta el 15% e introducirá un gravamen que animará a muchas compañías, como Apple, a repatriar beneficios. Dicho impuesto todavía no ha tomado una forma concreta pero los rumores hablaban de una tasa impositiva del 10% que se aplicaría una sola vez.