Bolsa, mercados y cotizaciones
Los bonos verdes se acercan al pequeño inversor
Cristina García
En febrero se han lanzado dos ETFs que ofrecen entrada a un mercado que, según Moody's, podría duplicar su tamaño en 2017, hasta los 206.000 millones de dólares. Hasta marzo, por lo pronto, las emisiones de este tipo de deuda crecieron un 69% frente al mismo periodo de 2016.
Incluir un bono verde en cartera puede que no sea lo más habitual, aunque solo sea por la falta de productos para invertir en ellos. También porque hoy es un mercado pequeño, que representa menos del 1 por ciento de todo el universo de la renta fija, según Bloomberg. Pero el escenario tiene visos de cambiar. La lucha contra el cambio climático ha desatado el interés de empresas y Estados por emitir este tipo de deuda, que tiene la peculiaridad de destinar lo captado a financiar proyectos sostenibles. Y se observa en el crecimiento que ha experimentado este mercado en los últimos años: solo en 2016 se colocaron más de 77.000 millones de dólares en este activo, según Bloomberg, el doble que un año atrás. Ese auge ha propiciado, a su vez, que en febrero dos gestoras se hayan atrevido a lanzar los primeros ETFs sobre bonos verdes.
La primera en dar el paso fue Lyxor, al proporcionar el acceso a 116 de estas referencias calificadas con grado de inversión a través de Lyxor Green Bond (DR) UCITS ETF. La idea surge, según Juan San Pío, jefe de ventas de ETFs en Iberia y Latinoamérica de esta casa, debido a que estaban percibiendo un especial interés sobre este tipo de inversiones por parte de sus grandes clientes. Solo unos días más tarde otra gestora, VanEck, seguía la misma senda al registrar el primer ETF cotizado de esta temática en la bolsa americana, el VanEck Vectors Green Bond ETF.
Un mercado en expansión
Ambas ofertas llegan en un momento en el que la opinión sobre que la emisión de bonos verdes crecerá sí o sí en un futuro próximo parece unánime. Dan igual las previsiones que se miren porque la tendencia es la misma: ascendente. Desde que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) abriese la veda en junio de 2007, la cantidad emitida de esta deuda ha pasado de los 348 millones de dólares en 2008 a más de 77.000 millones en 2016, según Bloomberg (ver gráfico). Y la expectativa que maneja Moody's, por ejemplo, es que se coloquen 206.000 millones de dólares este año, más del doble que un ejercicio atrás. Esa predicción tiene en cuenta dos factores. Uno, el papel activo que desempeñará China -que el año pasado lanzó aproximadamente un tercio del total de los bonos verdes emitidos-, de acuerdo a sus compromisos climáticos y su "programa ambicioso de desarrollo de energías renovables", según explica Henry Shilling, senior vicepresident de Moody's. Y dos, el impulso que puede suponer el acuerdo climático de París. Francia es, precisamente, otro de los actores principales de este mercado.
Para esta agencia de calificación, otro de los impulsores que explican el crecimiento de los bonos verdes en 2016 y el incremento esperado para éste es que estiman que habrá mayor número de emisores, tipos de emisores, estructuras e instrumentos de inversión. "El mercado podría también ser impulsado por medidas del sector público a nivel global para estimular los bonos verdes a través de incentivos fiscales, o enfoques similares; y mediante un mayor debate y avances en relación a la información y divulgación armonizada, incluyendo los impactos", añade Shilling.
Tras el BEI siguieron otros organismos supranacionales, como el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento -una de las cinco instituciones que integran el Banco Mundial-, el Banco Africano de Desarrollo, el de Asia y un largo etcétera. No fue hasta 2012, seis años más tarde, hasta que una empresa utilizó esta vía de financiación y fue la italiana Ely Spa. Tras ella se animaron otras, como Crédit Agricole, Electricite de France, Unilever, Bank of America? E incluso Iberdrola, que este año ha cerrado la que es su quinta emisión de bonos verdes. La española ha contribuido a que, solo en los tres primeros meses del año, se hayan lanzado más de 18.000 millones de dólares en este tipo de bonos? ¡Un 69 por ciento más que en el mismo periodo del año anterior!
Cómo invertir en este mercado
Sin embargo, acceder a este mercado no siempre es fácil para el particular. Además de la compra directa de bonos verdes, que a veces requiere de elevados importes, existen fondos temáticos centrados en el cambio climático. "Las estrategias compuestas exclusivamente de bonos verdes son todavía raras", explican desde Cornerstone Capital Group. "Más comunes son las estrategias de bonos que mantienen una asignación a los bonos verdes", añaden. Además de los ETFs anteriores, existen dos fondos centrados en este universo: Allianz Green Bond I y LO Funds-Global Climate Bond. Esta parcela de la renta fija, explican desde Lombard Odier, "es cada vez más atractiva para los inversores que desean incidir de forma positiva en el medioambiente y el clima, sin hacer concesiones en cuanto al riesgo o la rentabilidad".